Agencias

Tras 11 semanas de cuarentena, la gente salió a las calles y miles subieron a los primeros trenes y aviones que partieron de Wuhan a medida que se levantaban las últimas restricciones al movimiento en la ciudad china donde comenzó la pandemia del coronavirus, así lo reporta una nota de prensa de AP.

Una cuarentena catalogada sin precedentes fue la decretada en la ciudad de Wuhan, que posteriormente fue modelo para los países que siguen tratando de frenar la propagación del coronavirus.

Ahora se inicia otra etapa, reanudar la actividad económica y la vida cotidiana mientras se evitan nuevos contagios.

El fin de la cuarentena se celebró con un espectáculo de luz a orillas del Río Yangtsé, con rascacielos y puentes proyectando imágenes animadas de trabajadores de salud ayudando a pacientes junto a la frase “ciudad heroica”, el título concedido a Wuhan por el presidente y líder del Partido Comunista, Xi Jinping. En los embarcaderos y puentes, residentes ondearon banderas, corearon “¡Vamos Wuhan!” e interpretaron el himno nacional a capella, reporta AP.

“Llevaba más de 70 días sin salir”, dijo un emocionado Tong Zhengkun, que siguió el espectáculo desde un puente. Algunos residentes en su edificio de departamentos tuvieron COVID-19, la enfermedad provocada por el coronavirus, por lo que todo el inmueble quedó cerrado. No podía salir ni a comprar comida, que trabajadores del vecindario le llevaban a su puerta.

“Estar en casas por tanto tiempo me volvió loco”, dijo.

El tránsito no tardó mucho en recuperar la normalidad en los puentes, túneles y peajes reabiertos, mientras cientos de personas esperaban a los primeros trenes y vuelos para salir de la ciudad, muchos de ellos con la esperanza de recuperar sus empleos en otras partes del país. Casi 1.000 vehículos cruzaron un concurrido peaje en la frontera de Wuhan entre la medianoche, cuando se levantaron las barricadas, y las 07:00 de la mañana.

En cuestión de horas, unas 65.000 personas habían dejado la ciudad solo en tren y avión, según medios locales.

Durante los 76 días de confinamiento, los residentes de Wuhan podían salir de sus casas solo para comprar comida y otras tareas consideradas absolutamente necesarias.

Pese a las nuevas libertades, muchas medidas preventivas como llevar mascarilla, controles de temperatura o limitar el acceso a comunidades residenciales seguirán en vigor en la ciudad. Y la gente que sale de la ciudad enfrentará numerosos obstáculos, como cuarentenas de 14 días y pruebas de ácido nucleico, en sus destinos.