Omar Marcano
Estados Unidos está enfrascado en una guerra abierta con China, que no es sólo comercial. La desestabilización de Hong Kong fue sólo un pequeño aperitivo y no escatiman medios. Ahora le ha tocado el turno al Coronavirus mediante una campaña muy imaginativa.
Trump repite que el Coronavirus es «Made in China» y que el país asiático es una amenaza para Estados Unidos. El Secretario de Estado Mike Pompeo lo llama el «Coronavirus de Wuhan» y la intoxicación mediática no se cansa de repetir que China ha propagado el «virus de Wuhan» por el mundo.
Los chinos han replicado que el paciente Cero es de EE.UU. y aliados de Estados Unidos en el Extremo Oriente, como Japón, le dan la razón. En febrero la cadena japonesa Asahi News afirmó que, en efecto, el coronavirus se originó en Estados Unidos y no en China. Japanese TV report sparks speculations in China that COVID-19 may have originated in US
El 12 de marzo, la tesis china fue confirmada por Robert Redfield, director de los CDC, Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, institución sanitaria estadounidense de infecciones y salud ambiental, durante una declaración ante la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense.
Redfield admitió que algunos casos diagnosticados de gripe estacional en Estados Unidos podrían tener su origen en el Coronavirus. La declaración de Redfield apoya la tesis china y sitúa el foco infeccioso en EEUU, pero nadie se atreve a nombrarlo el #VirusGringo.
Recientemente EE.UU. reportó más de 200 casos de fibrosis pulmonar que acabaron en muerte debido a la incapacidad de los enfermos para respirar. Este brote de Coronavirus se estima que puede haber comenzado en ese país, posiblemente en septiembre del año 2019.
Entre tanto, la tasa actual de mortalidad calculada respecto al número de personas infectadas por el Coronavirus, hasta el 24/03/2029, supera 4%. De 390.000 infectados ya han muerto más de 16.000 en 185 países, se trata de un crecimiento exponencial de la curva de infestaciones.
Trump dijo que si se mantienen los controles de la economía al mismo ritmo actual, habrá más muertes por empresas quebradas que muertes por el Coronavirus:
«Habrá más suicidios por depresión que muertes por Coronavirus a menos que EE.UU. vuelva a abrir sus negocios pronto. Prometió que no va a dejar que este «problema médico» se convierta en un «problema financiero de larga duración»
Pero abrir la economía prematuramente como pretende Trump implicaría mantener la curva de infestaciones del Coronavirus indefinidamente.
Aunque algunos países comienzan a reportar el aplanamiento de la curva de infestaciones, como Alemania, y otros pretenden volver a la normalidad como China y EEUU, la realidad pronosticada por expertos en epidemiología no es tan optimista.
Los epidemiológos pronostican que el virus permanecerá varios años con una tasa de mortalidad del 1%, si los lideres mundiales insisten en mantener el rumbo consumista de la economía.
La población mundial actual ya está cerca de 7 Mil millones de personas. Un cálculo conservador rápido arroja resultados escalofriantes. Si en un año se infectan 7 Millones de personas, el 1% de muertes alcanzaría 700.000 personas.
Muy pocos voceros oficiales tanto de las instituciones mundiales de salud como de los gobernantes no dan han dado hasta ahora noticias tranquilizadoras, aunque por suerte las experiencias de epidemias en la historia indican su desaparición o mínima propagación posterior, como la gripe española o la peste bubónica. La condiciones de la economía de aquella época no son las mismas, hoy mucha gente necesita salir de sus casa para generar ingresos de subsistencia.