Van a aumentar los casos; en un año habrá que vacunarse“. Claro y contundente. Con estas simples palabras, Maximiliano Wilda, investigador y virólogo del Conicet experto en pandemias, adelantó cómo será el escenario al que deberá enfrentarse la Argentina en las próximas semanas mientras evita incrementar el número de contagios por coronavirus COVID-19.
Wilda analizó también las medidas adoptadas por el Gobierno de Alberto Fernández para combatir la pandemia mundial y pidió a la población que mantenga “la calma”.
“El virus per sé no mata, lo que causa daño son las complicaciones y enfermedades de base”, explicó Wilda en diálogo con el sitio BigBang.
El experto detalló que el 80% de los contagiados por el COVID-19 cursará la enfermedad con “sintomatología leve”, auguró que “poco más del 10% de los infectados tendrá dificultades, e hizo una comparación con lo ocurrido en 2009 con el virus de la Gripe A.
Las claves de Wilda
El investigador pronosticó que “van a aumentar los casos de contagio” aunque aclaró que “no hay que preocuparse”.
Explicó que el objetivo de la cuarentena obligatoria es “no saturar el sistema médico para cuando haya más enfermos de coronavirus”.
En ese sentido, remarcó que “la enfermedad es benévola” aunque admitió que “pueden tener complicaciones” personas con enfermedades preexistentes.
Asimismo, estimó que “en un futuro, si la cantidad de casos lo amerita, habrá que vacunarse contra el COVID-19”, cuando se descubra la vacuna.
En tanto, sugirió “no ser paranoico ni ansioso”, como así también pidió “no creer sin chequear todos los audios y cadenas de WhatsApp que circulan”.
Las medidas del Gobierno
El experto definió como “correctas desde el punto de vista operativo y epidemiológico” las medidas adoptadas por la administración de Alberto Fernández.
“Lo que se quiere lograr con esta cuestión de mantener a la gente en una cuarentena es, por un lado, disminuir el contacto entre individuos y que disminuya el contagio del virus; y por otro lado tener controlada la situación para no sobresaturar el sistema de salud, que tiene una limitación porque además existen otras patologías dando vueltas. Se busca disminuir el flujo de casos que puedan ser leves o manejables fuera de una institución de salud”, remarcó.
Según Wilda, “un 80 por ciento de infectados cursan con sintomatología leve, no requieren cuidados extremos”.
“Hay un poco más del 10% que sí requiere un cuidado intensivo. Se busca que ellos tengan una plaza sin quitarle lugar a otras patologías. Si se meten en la bolsa a todos los supuestos infectados y concurren a hospitales va a colapsar el sistema”, remarcó.
El investigador insistió en que “la idea es disminuir el flujo, obviamente implica acorralar inversamente al virus, porque se quita la posibilidad de seguir desperdigándose”.
“Esto logra no saturar el sistema de golpe, que no vengan tres mil casos en la primera semana. Los tres mil casos van a venir, si se compara con otras enfermedades respiratorias, no es muy distinto”, añadió.
Para Wilda, “hay aproximadamente diez virus que producen los mismos síntomas que el coronavirus”.
“Esto no quiere decir que cuando abran la puerta y podamos salir en unos días la enfermedad haya desaparecido”, destacó.
Al ser consultado sobre qué puede ocurrir con las medidas restrictivas después del 31 de marzo, día en que finalizaría la cuarentena, el experto enfatizó que “no lo sabe” y explicó que “desde el punto de vista del virus puedo decir que el comportamiento es independiente a lo que se haga”.
“El virus hace siempre lo mismo, pero se puede modificar desde el punto de vista poblacional con estas medidas. Esto tiene que ver con la operatividad de tener un sistema que pueda sostener esta cuestión más que lo que pueda llegar a hacer el virus, que a la larga encuentra su equilibrio con la población, no sólo por nuestro sistema inmune o por herramientas preventivas como una posible vacuna, sino por la operatividad”, enfatizó.
En ese sentido, subrayó que “quieren ganar tiempo” y subrayó que se necesita “reforzar los sistemas y tener diagnósticos de certeza”.
“No tenemos que asustarnos porque aumente el número de casos porque es una realidad: va a aumentar, porque es una enfermedad que cursa con un 80% de sintomatología que es leve, todos tuvimos gripes, esto termina siendo más o menos lo mismo”, concluyó.