Agencias
El Ministerio de Defensa de Suiza informó de que investiga el presunto
uso de una empresa de este país, Crypto AG, para espiar en el pasado a
120 países en favor de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense
(CIA) y los servicios secretos alemanes (BND).
En un comunicado, el ministerio señaló que tras conocer la posible
implicación de Crypto, ya a finales del pasado año, se nombró a un
antiguo juez del Tribunal Supremo de Suiza, Niklaus Oberholzer, con el
fin de «investigar y clarificar los hechos».
Oberholzer hará públicos los resultados de su informe en cuatro meses,
señaló el comunicado, en el que subrayó que algunas de las acusaciones
«datan de 1945 y son difíciles de reconstruir e interpretar en el actual
contexto».
Según cables publicados el martes por el centro independiente National
Security Archive (NSA) tras una investigación realizada por el diario
estadounidense The Washington Post junto a las cadenas públicas alemana
(ZDF) y suiza (RTS), la CIA espió durante años las comunicaciones
diplomáticas y militares de decenas de países.
Lo hizo a través de máquinas de encriptado de Crypto AG, que durante décadas fue propiedad de la CIA y de BND.
Según las informaciones, Crypto AG comercializó miles de máquinas de
encriptado a más de 120 países de todo el mundo, como Chile, Argentina,
Brasil, Uruguay, México, Colombia, Perú, Venezuela, Nicaragua, España,
Grecia, Egipto, Arabia Saudí, Irán o Irak, entre otros.
Esas naciones cifraron sus comunicaciones con máquinas de Crypto AG sin saber que Estados Unidos podría estar «escuchando».
Los productos de Crypto AG se siguen empleando en más de una decena de
países en todo el mundo y la firma continúa operando con sede en el
cantón central suizo de Zug, aunque fue liquidada y desmantelada en 2018
por sus inversores, a través de una empresa de Liechtenstein, país
cuyas leyes les permiten mayor privacidad.
Dos firmas compraron casi todos los activos de Crypto AG: CyOne
Security, que vende sistemas de seguridad al Gobierno suizo, y Crypto
International, que controla la marca y el negocio internacional de la
antigua compañía.