TeleSur
La Amazonía brasileña perdió 284.3 kilómetros cuadrados de cobertura
vegetal durante enero de 2020, sufriendo la mayor deforestación para
este mes desde 2016 y doblando la del mismo período de 2019, cuando
ascendió a 136.2 kilómetros cuadrados, dio a conocer este lunes el
Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (Inpe).
El Inpe divulgó estos datos a partir de una proyección provisional de la
deforestación que realiza con base en un sistema de alertas de
alteraciones en la cobertura forestal de la Amazonía a partir del
análisis de imágenes de satélite.
Anteriormente, el Instituto había advertido que la deforestación de la
Amazonía brasileña saltó un 85 por ciento el año pasado, desde unos
4.219 kilómetros cuadrados en 2018 hasta más de 9.165 kilómetros
cuadrados en 2019, con lo que también llegó a su mayor nivel desde 2016.
Los ecologistas atribuyen el crecimiento a las medidas de
flexibilización de la fiscalización y a la retórica antiambientalista
del actual presidente brasileño, Jair Bolsonaro, que defiende la
explotación económica de la mayor selva tropical del mundo y el fin de
la demarcación de nuevas reservas indígenas.
De acuerdo con organizaciones no gubernamentales, la retórica del líder
ultraderechista contra la Amazonía incentiva la ocupación ilegal de los
bosques por parte de invasores y madereros clandestinos. Pese a las
críticas, Bolsonaro presentó esta semana a consideración del Congreso un
proyecto de ley para permitir la minería, la explotación de petróleo y
la construcción de hidroeléctricas en las reservas indígenas.
Asimismo, la deforestación ha sido señalada como una de las principales
causas de los incendios forestales que aumentaron un 30 por ciento el
pasado año y destruyeron parte de la Amazonía, causando conmoción en el
mundo entero.
Diferentes analistas han sostenido que los altos datos de deforestación
en enero indican que los ataques de madereros y agricultores comenzaron
más temprano este año, pues por lo general este mes los índices de
devastación forestal son reducidos debido a las lluvias del período, que
dificultan la movilización de maquinaria pesada en las áreas
selváticas.