AFP
“Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía… el violador eres
 tú”, el potente mensaje de las feministas chilenas que se expandió por 
el mundo llevó también a muchas mujeres a denunciar sus historias de 
abusos calladas por años.
Francisca demoró 14 años en denunciar a quien abusó de ella a los ocho. 
Después de que en varios lugares de Chile y el mundo miles de mujeres 
salieran a las calles para corear a viva voz el mensaje contra la 
violencia de género, se armó de coraje y escribió un largo mensaje en 
Facebook en el que narra cómo un exnovio de su madre abusó de ella.
“No sé muy bien cómo se empieza una funa (denuncia pública). Esta es mi 
historia”, dice Francisca, recordando el horror que vivió a los ocho 
años cuando se fue a vivir al sur de Chile con su madre y el que 
entonces era su novio, un exsacerdote y hoy director de un colegio, que 
la hacía meterse a su cama para abusar de ella.
Por años lo vio como un juego y no como un abuso, pero motivada por la 
catarsis colectiva que muchas mujeres comenzaron a hacer en las redes 
sociales se decidió también a identificar, con nombre y apellido, a su 
abusador y describir sus sensaciones de niña y ahora de mujer de 22 años
 y madre de un niño de tres.
“Muchas personas se preguntarán por qué esperé tanto tiempo para hacer 
esto si pasó a los ocho años y yo lo hago ahora con 22. La verdad es que
 me di cuenta que había sido un abuso cuando empecé a leer todas las 
funas. Yo creí que era un juego hasta que estuve grande para darme 
cuenta que no era así”, dice Francisca.
Como ella, muchas mujeres decidieron usar las redes sociales para 
denunciar públicamente a sus abusadores, siguiendo uno de los mensajes 
de la intervención creada por la agrupación feminista chilena LasTesis 
que se viralizó en todo el mundo.
“Y la culpa no era mía (siete años), ni dónde andaba (hijo mayor de la 
señora que me cuidaba) ni cómo vestía (ropa de día). Escribir este tuit 
me costó 26 años”, afirma “MamáGamer”, en una fórmula que se multiplicó 
en las distintas redes sociales de Chile y de otros países sirviéndose 
de un estribillo de la declamación de LasTesis.
“Tenía 12 años, salía del colegio con uniforme, iba a mi casa cuando me 
interceptó. No fue mi culpa ni cómo vestía, ni el lugar donde estaba. Me
 costó 30 años entenderlo y contarlo”, afirma otra usuaria de Twitter.
Un ejército no violento
Desde París a Barcelona, Colombia, Puerto Rico, México o Buenos Aires, 
el mensaje de estas jóvenes chilenas se replicó hasta en francés y 
turco, en una sincronía que da cuenta de que la violencia machista sigue
 arraigada en todo el mundo.
“En cada país las mujeres salen por distintos motivos, pero hay algo que
 nos une a todas y que tiene que ver con el abuso de poder. Y el abuso 
de poder se presenta y se expresa en la violencia machista; se expresa 
en el abuso no solamente sexual sino que también en la violencia 
económica y política”, dice Claudia Dides, socióloga y activista en 
temas de derechos humanos, reproducción y sexualidad.
“El mensaje ha sido clarísimo y sumamente aceptado. Es un mensaje de que
 somos un gran ejército no violento, de que somos mujeres que pedimos 
mayor igualdad y que pedimos que cambie el sistema, y lo hacemos con las
 manos limpias y sin hacer ningún tipo de violencia”, agrega Dides.
Alrededor del mundo, miles de mujeres mueren cada año por ser mujer, un 
problema que afecta de manera transversal a países desarrollados y 
pobres.
En América Latina, al menos 3.529 mujeres fueron asesinadas en 25 países en 2018 por razones de género, de acuerdo a la Cepal.
“El asesinato de mujeres por razones de género es el extremo” de la 
violencia que viven las mujeres en la región, señaló la secretaria 
ejecutiva de Cepal, Alicia Bárcena, al agregar que las altas cifras de 
feminicidios “dan cuenta de la profundidad que alcanzan los patrones 
culturales patriarcales, discriminatorios y violentos en la región”. 

