Agencias
Debido a la presencia de funcionarios de Venezuela y Ecuador, sumado a
la posibilidad de que la Argentina se convierta en el nuevo destino de
asilo de Evo Morales. Envió un duro mensaje a la Argentina.
El enviado especial de Donald Trump a la asunción de Alberto Fernández,
Mauricio Claver-Carone, se marchó antes de lo previsto. Decidió no
asistir a la ceremonia de traspaso de mando en el Congreso y suspendió
entrevistas que tenia previstas para este miércoles con el presidente y
su canciller Felipe Solá, entre otras figuras.
De todas maneras, al Congreso sí asistió el secretario de Salud, Alexis
Azar, quien saludó a Fernández, pero también se iba este martes a la
tarde. Quedará en Buenos Aires, el embajador en funciones del Hemisferio
Occidental, Michael Kozak.
Otro de sus disgustos fue por la visita del ecuatoriano Rafael Correa y
por el plan del nuevo gobierno de Fernández de otorgarle asilo en el
país a Evo Morales, quién se encuentra ahora en Cuba.
El propio Claver-Carone confirmó en una entrevista con Clarín que
transmitió su disgusto y el mensaje suyo y de Trump al nuevo secretario
de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz.
«Desafortunadamente, debido a unas invitaciones y a algunas sorpresas
que recibimos al llegar, decidí no ir y me voy temprano. No vamos a
tener las varias reuniones de trabajo que tenemos programadas para
mañana».
«Queremos ayudar a la Argentina a enfocarse en sus problemas domésticos,
en sus problemas económicos, para que triunfe. Una Argentina
democrática, estable, y con prosperidad es del interés de todos nosotros
en el hemisferio occidental», subrayó el enviado de Trump.
Y luego destacó que el gobierno de Fernández no le informó a Washington
sobre la presencia de funcionarios del régimen de Maduro que permanecen
bajo el esquema de sanciones internacionales, y que son cuestiones
sensibles en la alianza de Argentina con Estados Unidos.
El funcionario se había reunido esta mañana con Elisa Trotta Gamus, la
representante de Juan Guaidó en la Argentina, reconocida por Mauricio
Macri como embajadora, pero considerada «ilegal» por el futuro Gobierno,
según prometieron.
Claver-Carone dijo que en México, Alberto Fernández le dijo que contara
con él para ser un aliado de los Estados Unidos. «Pero creo que tiene
que saber que, o nos enfocamos en la relación bilateral, en ayudar a los
dos países a prosperar, a promover la democracia, los derechos humanos,
y el crecimiento económico, o permitimos que todos estos dictadores de
segunda y tercera categoría sigan amenazando y secuestrando al
hemisferio y a la política del hemisferio.»
Respecto a la manera en que esta situación podría afectar la negociación
con el FMI, sostuvo: Nuevamente el presidente se comprometió a ayudar,
es lo que a mí me pidieron cumplir, poder ayudar. Quisiera tener y sigo
con las mejores intenciones, pero obviamente no bajo estas condiciones. Y
entre amigos, creo que es muy importante que no haya sorpresas. Y creo
que estas sorpresas son desagradables. Así que me parece que ellos van a
tener que priorizar sobre qué les interesa».