AFP
El Senado boliviano dio paso el sábado a nuevas elecciones generales sin
Evo Morales como candidato, tras la violenta crisis que estalló hace un
mes en torno a la figura del exmandatario y que deja 32 muertos.
“Se aprueba por unanimidad (…) el Proyecto de Ley ‘Régimen Excepcional y
Transitorio para la realización de Elecciones Generales’”, anunció el
órgano legislativo reunido en sesión extraordinaria.
La iniciativa fue remitida esta misma tarde para su aprobación en la
Cámara de Diputados, donde deberá recibir luz verde antes de convertirse
en ley con la firma de la presidenta interina Jeanine Áñez.
Simultáneamente, el gobierno provisional abrirá el diálogo con los
movimientos de protesta, en busca de un acuerdo que ponga fin a los
bloqueos y manifestaciones que dejan 32 muertos, 17 de ellos en choques
con militares y policías en los últimos nueve días.
De concretarse ambas iniciativas, el llamado a nuevos comicios y la
“pacificación” de las calles, Bolivia comenzaría a ver la luz después de
atravesar por su peor convulsión en poco menos de dos décadas.
El primer paso lo dio el Senado anulando las elecciones del 20 de
octubre, en las que Morales había obtenido un nuevo mandato de cinco
años en un proceso que fue contestado por la oposición en las calles por
presunto fraude. La OEA también dijo haber detectado graves
irregularidades.
Se van a “dejar sin efecto legal las anteriores elecciones y sus
resultados que ocasionaron la movilización ciudadana”, sostuvo el
senador Oscar Ortiz, quien desde la oposición a Morales lideró las
negociaciones que desembocaron en el borrador de la propuesta.
MAS, dividido
El proyecto, que en principio cuenta con el respaldo del Movimiento Al
Socialismo (MAS) que lidera Morales, prevé la organización de nuevos
comicios generales y la renovación del Tribunal Supremo Electoral, cuyos
antiguos vocales fueron removidos acusados de haber manipulado el
escrutinio.
Al mismo tiempo cierra la puerta a la postulación de Morales, quien
ejerció el poder por casi 14 años con una alta popularidad que fue
menguando pese a sus logros sociales y económicos, debido a su empeño de
mantenerse en el cargo aun con un referendo en contra en 2016.
Finalmente, fue el Tribunal Electoral el que le dio la oportunidad de presentarse el 20 de octubre.
Con mayoría en el Congreso, el MAS se muestra dividido en torno a
Morales, quien de momento no ha avalado públicamente el proceso para
superar la crisis y su exclusión de las venideras elecciones.
Este proyecto “establece también una disposición para resolver una
controversia que nos ha enfrentado a los bolivianos”, afirmó el senador
Ortiz, aludiendo al artículo que impide que los “ciudadanos reelectos de
forma continua durante los dos periodos constitucionales anteriores”
puedan ser candidatos en la próxima contienda.
El expresidente, quien renunció tras perder el apoyo de los militares y
la policía, consiguió la reelección en 2009 y 2014. Desde su llegada al
cargo el 12 de noviembre, la exsenadora de derecha Áñez prometió
elecciones en los próximos tres meses.
La Constitución le permite a Morales presentarse de nuevo a las urnas en 2025, cuando completaría 66 años.
Pacificar el país
En otro frente de expectativa, el gobierno interino y sus opositores se
sentarán a conversar a partir de las 20H00 GMT en el palacio
presidencial.
“Estamos comenzando a dialogar para pacificar el país”, afirmó el
viernes el ministro de Obras Públicas, Yerko Núñez, uno de los
encargados de establecer puentes de acercamiento con vecinos y
campesinos leales a Morales.
Tras dimitir, Morales partió al exilio en México denunciando un golpe de
Estado, mientras sus seguidores leales lanzaron una contraofensiva que
hundió en el caos a buena parte del país.
Además de los muertos y decenas de heridos y detenidos, las protestas
impidieron el ingreso de comida y combustible en La Paz. Sin embargo,
este sábado se empezó a restablecer la normalidad con el suministro
paulatino de combustible y el abastecimiento parcial de mercados.
“Instalamos el diálogo para tener al país en cien por ciento despejado
de bloqueos y nuestro país pueda pacificarse y volver a la normalidad”,
dijo Núñez.
El viernes la fiscalía abrió una investigación formal contra Morales por “terrorismo y sedición”.
El ministro de Gobierno (Interior), Arturo Murillo, presentó como prueba
de la denuncia un audio en el que se escucha supuestamente a Morales
instruyendo a un partidario cocalero para que se cerquen las ciudades y
se interrumpa el suministro de comida, mediante el bloqueo de vías.
El jueves el exgobernante denunció en Twitter los planes del gobierno de
Áñez para enredarlo en un “juicio internacional” con base en un
“montaje”.