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El expresidente boliviano Evo Morales (2006-2019) dijo a Sputnik que
el vídeo que circuló en las últimas horas, en el que supuestamente pide
que no entre la comida a las ciudades más importantes de Bolivia, es un
montaje para desacreditarlo.
«No conozco, no lo he visto todavía; no tengo nada que comentar; ayer
[el 19 de noviembre]
dijeron que yo estaba en Bolivia, una mentira;
pienso que es otro montaje más como siempre hace el Gobierno», dijo
Morales desde México.
El 20 de noviembre, el ministro provisional de Interior de Bolivia
difundió un video en el que supuestamente se escucharía a Morales
alentando las protestas en el país, incluso animando a «que no entre
comida en las ciudades».
La presidenta de facto, Jeanine Áñez, anunció que presentará una
denuncia internacional contra el presidente por «crímenes de lesa
humanidad».
En el vídeo que dio a conocer Murillo, y cuya autenticidad no está
confirmada por fuentes independientes, aparece un dirigente cocalero
identificado como Faustino Yucra Yarhui en una conversación telefónica
en altavoz con una persona a quien las autoridades identifican como Evo
Morales.
«Nos informan que EEUU no quiere que vuelva a Bolivia; yo por mí mañana
mismo quiero retornarme, esperamos que este Gobierno de facto nos dé las
garantías para volver y, si me pasa algo, va a ser responsabilidad de
ese Gobierno de facto», dijo Morales desde México.
«Si tanto miedo me tienen, no quiero ser candidato en las próximas
elecciones; si hay en algo puedo aportar para pacificar, lo voy a
hacer», dijo a esta agencia Morales desde México.
El expresidente dijo que dejó «todo» por pacificar su país y aseveró que
si EEUU y el Gobierno de facto le temen, prefiere no ser candidato en
las próximas elecciones.
Cuando fue consultado por quien podría ser el candidato del Movimiento
al Socialismo (MAS, izquierda), dijo que es una decisión que debe ser
debatida; sin embargo, afirmó que se debe dar prioridad a los nuevos
líderes del campo y la ciudad.
Por otro lado, dijo que para que su regreso es necesario que se brinden
garantías para todas las exautoridades y dirigentes sociales.
Morales dijo que el golpe de Estado en Bolivia fue orquestado por EEUU y la Organización de los Estados Americanos (OEA).
«Esta acción fascista se está implementando bajo el tutelaje de EEUU
(…) La OEA también tiene responsabilidad en esto (…) el secretario
general de la OEA, Luis Almagro, se manchó con la sangre del movimiento
indígena de Bolivia; por eso vamos a realizar una comisión para
demostrar al mundo entero que no hubo ningún fraude como muestran otros
informes correspondientes», afirmó Morales.
Incluso aseveró que durante la campaña electoral de las elecciones en
Bolivia, Brasil, Chile y EEUU volcaron sus equipos para hacer que él
perdiera las elecciones.
«Cuando estaba en campaña convoqué al encargado de negocios de EEUU para
demostrar cómo sus trabajadores, los empleados de la Embajada, estaban
haciendo campaña contra mí, ofreciendo plata a cambio de que no me
votaran; después de que asumió el Gobierno de facto, el primero que lo
reconoció fue EEUU; todo eso demuestra que EEUU participó en el golpe»,
agregó Morales.
Consideró que el informe de la OEA tomó una posición política más que
técnica y sostuvo que existen tres estudios a nivel internacional que
demuestran que él ganó en primera vuelta.
El expresidente de Bolivia aseguró que la crisis política y social que
vive su país solo puede resolverse a través del diálogo entre sus
ciudadanos.
«Esto solo lo podemos resolver mediante el diálogo como bolivianos (…)
Lo que más me duele es que durante 13 años hemos dado estabilidad
política, económica y ahora (el Gobierno de facto) están destrozando
todo», comentó.
Violencia en Bolivia
«Los 32 muertos a bala, (eso) es genocidio, delito de lesa humanidad;
llamo a la comunidad internacional, Naciones Unidas: vengan, denuncien,
tiene que ser juzgado lo que está pasando en Bolivia», dijo Morales en
referencia a decenas de muertos en las protestas contra el golpe de
Estado del que fue víctima.
El exmandatario añadió que quienes reprimen ahora en su país «no aceptan
que indígenas, movimientos sociales, hayamos cambiado Bolivia», pero,
advirtió «tarde o temprano serán juzgados».
«Quiero que sepan las Fuerzas Armadas que las normas internacionales
están por encima de cualquier ley, cualquier decreto, no hay ninguna
protección; son delitos de lesa humanidad», dijo.
El Gobierno de facto que encabeza la senadora opositora Jeanine Áñez
expidió el pasado 15 de noviembre el decreto 4078 autorizando la
participación de las Fuerzas Armadas en tareas de control y restauración
del orden público, liberando a los militares de eventuales
responsabilidades penales».