AFP-EFE
El Parlamento de Bolivia recibió este lunes la carta de renuncia de Evo
Morales a la Presidencia, en la que indica que con decisión busca
“evitar” la violencia y expresa su deseo de que retorne la “paz social”
al país, del que estuvo al mando por trece años y nueve meses.
“Mi responsabilidad como presidente indígena y de todos los bolivianos
es evitar que los golpistas sigan persiguiendo a mis hermanos y hermanas
dirigentes sindicales, maltratando y secuestrando a sus familiares”,
señala el texto cuya autenticidad fue confirmada a Efe por fuentes del
Senado.
La remisión de la carta se realizó luego de que Morales confirmara su
renuncia por medio de una declaración grabada que fue difundida la tarde
de este domingo.
En el texto, el mandatario renunciante condena que en Bolivia se siga
“hostigando y persiguiendo” a indígenas, dirigentes y autoridades de su
partido, el Movimiento al Socialismo (MAS).
“Hoy es el momento de la solidaridad entre nosotros y nosotras, mañana
será el momento de la reorganización y el paso al frente de esta lucha
que no termina con estos tristes sucesos”, señala otro fragmento.
La nota, que destaca varios de los logros de su gestión, menciona la
consigna de “resistir” y finaliza con la arenga “¡Patria o Muerte!”.
A la carta del mandatario también se suma la del vicepresidente del país
y presidente de la Asamblea Legislativa de Bolivia, Álvaro García
Linera, que apunta que se vio obligado a dimitir por un golpe de Estado y
por “fuerzas oscuras que han destruido la democracia”.
Todavía se espera que el Legislativo convoque a una sesión
extraordinaria para elegir a un sucesor que podría ser la senadora de la
opositora Unidad Demócrata (UD) Jeannine Áñez, que es también la
segunda vicepresidenta del Senado.
Añez es la principal opción en la cadena de sucesión constitucional tras
la renuncia de García Linera, la presidenta del Senado, Adriana
Salvatierra, de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, y el primer
presidente del Senado, Rubén Medinaceli, todos miembros del partido
oficialista.
La Organización de Estados Americanos (OEA) difundió el domingo un
informe advirtiendo de graves irregularidades en las elecciones del 20
de octubre tras las que Evo Morales fue proclamado vencedor para un
cuarto mandato consecutivo hasta 2025.
Morales seguidamente anunció nuevas elecciones con un nuevo órgano
electoral, pero la oposición y comités cívicos respondieron que la única
salida era su renuncia, la tensión fue aumentando en el país y en horas
de la tarde comunicó que dejaba el poder.
En su discurso de renuncia, acusó a la Policía de haberse sumado a un
“golpe” para echarle del poder, cosa que ha sido negada por los líderes
de la oposición y cívicos que encabezaron las protestas en su contra.
La dimisión del mandatario ocasionó además una cadena de renuncias de
legisladores, ministros y autoridades regionales del partido
oficialista. EFE
El mensaje a los líderes que presionaron su renuncia
El expresidente boliviano Evo Morales pidió este lunes a los líderes
civiles del movimiento que presionó por su renuncia, que él califica de
golpe de Estado, a que “asuman su responsabilidad de pacificar el país”,
donde el domingo se registraron disturbios y saqueos.
“Que asuman su responsabilidad de pacificar al país y garanticen la
estabilidad política y convivencia pacífica de nuestro pueblo”, escribió
Morales en Twitter desde la región cocalera boliviana del Chapare, en
el centro del país.
“(El exmandatario Carlos) Mesa y (el líder regional de derechas Luis
Fernando) Camacho, discriminadores y conspiradores, pasarán a la
historia como racistas y golpistas”, añadió.
Morales, que todavía cuenta con mayoría en el Congreso que elegirá a su
reemplazante provisorio, aseguró que “el mundo y bolivianos patriotas
repudian el golpe”, tras recibir presión de militares y policías
amotinados para que dimitiera.