Felipe Serafini

Los pueblos se están alzando contra los regímenes semidictatoriales que lanzan sus guerras de IV generación contra los ciudadanos y trabajadores que no quieren más vivir en la pobreza y la indigencia.

Desde Haití, Ecuador, Chile, Brasil, Perú, Colombia, Argentina, países que padecen las atroces políticas económicas del FMI y sus personeros nativos asociados a los intereses económicos internacionales, extraen las riquezas existentes en tierras latinoamericanas y las envían a sus centros financieros, al mismo tiempo que azotan a quienes se resisten.

Es más que evidente el despertar de los pueblos desde las profundidades de la conciencia colectiva acumulada en el transcurrir de las luchas libertarias para quitarse de encima a los opresores. Pueblos que dan batallas certeras cuando las condiciones objetivas y subjetvas se manifiestan en un determinado espacio-tiempo.

El grito de los humildes se hace sentir en Nuestra América plagada de injusticias aberrantes que han desatado la cobarde represión, tortura y muerte ordenada por los miserables Lenin Moreno y Sebastián Piñera, nefastos virreyes imperiales.

Sin embargo, el alerta popular se activó nuevamente y la Espada de Bolivar recorre América Latina donde un nuevo amanecer de esperanza y justicia aparece en el horizonte.