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Las manchas de petróleo que contaminan el litoral noreste de Brasil alcanzaron Maragogi, una de las principales playas turísticas de la región, informó el jueves la alcaldía de esa ciudad.

Decenas de comerciantes de Maragogi, conocida por albergar un conjunto de piscinas naturales de agua cristalina, cavaban y rastrillaban la arena para intentar retirar el crudo de la costa, de acuerdo con imágenes de la televisión local. La región es conocida como el “caribe brasileño”.

Mientras un camión de la agencia ambiental cargaba arena manchada con crudo, algunos voluntarios, aparentemente sin supervisión de los órganos ambientales, acompañaban el trabajo con pequeñas palas.

El Instituto Brasileño de Medio Ambiente, la principal agencia ambiental del país, reportó que hasta el momento al menos 178 localidades en nueve estados brasileños han sido afectadas por la contaminación de petróleo. Es el mayor desastre ambiental en extensión que ha sucedido en Brasil, según David Zee, oceanógrafo de la Universidad del estado de Río de Janeiro.

La respuesta del gobierno ha sido cuestionada por expertos en océanos y ONGs ambientales como Greenpeace. Como en Maragogi, en las últimas semanas muchos brasileños fueron a playas contaminadas para remover petróleo sin orientación ni equipamiento adecuado.

“Al igual que con la propagación de los incendios en la Amazonía, el gobierno volvió a responder tardíamente”, dijo a The Associated Press Ricardo Baitelo, coordinador de Greenpeace Brasil.

El ministro de Medio Ambiente brasileño, Ricardo Salles, rebatió las críticas el miércoles y dijo a la prensa local que se han adoptado todas las medidas necesarias para la identificación y recolección de crudo.

The Associated Press consultó telefónicamente y por correo electrónico a la agencia ambiental, dependiente de Medio Ambiente, un detalle sobre la cantidad de hombres y equipos que trabajan en la operación, pero no recibió respuesta.

El origen del petróleo es todavía un misterio. Salles dijo que probablemente provenga de Venezuela –versión rechazada en Caracas–, pero se desconocen las circunstancias en las que fue derramado.

La principal hipótesis es que el crudo fue vertido en el agua por un barco que navegaba cerca del litoral brasileño.

Miembros de la agencia ambiental, la empresa petrolera Petrobras y otros voluntarios han recogido cientos de toneladas de crudo, pero las misteriosas manchas de petróleo todavía podrían estar lejos de acabar.

Luego de un mes y medio de que el petróleo comenzara a hacerse visible en la costa, Salles dijo que no se sabe qué cantidad de crudo todavía está en el mar y podría alcanzar la costa en los próximos días.

Zee se mostró preocupado con la posibilidad de que el derrame de petróleo avance hacia el sur de Bahía y pueda dañar la región de Abrolhos, donde se encuentra una de las mayores barreras de coral del país.

“Cuanto más tiempo pasa y aparecen nuevas manchas, se confirma que el mar está absorbiendo cada vez más sustancias tóxicas, algunas cancerígenas. Las zonas contaminadas van a demorar al menos 25 años para recuperarse”, dijo Zee. “Brasil no tiene ningún plan de emergencia, equipamientos ni personas entrenadas para intervenir en una situación de desastre como ésta”.