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El Gobierno de China toma represalia y empieza a imponer aranceles adicionales a algunos productos procedentes de Estados Unidos, entre ellos el petróleo.

Pekín ha comenzado este domingo a aplicar un arancel del 5 % al petróleo estadounidense, siendo la primera vez que el crudo del país norteamericano es objetivo en la guerra comercial que ambos países libran, ha anunciado la agencia británica de noticias Reuters.

En concreto, esta tanda de tarifas chinas afectará a un total de 1658 productos provenientes de EE.UU., ha agregado Reuters, antes de aseverar que el crudo estaría incluido en la lista de productos gravados con el 10 %.

Además, la Comisión de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado de China ha decidido recuperar desde el 15 de diciembre, el arancel del 25 % y otro del 5 % a las importaciones de automóviles y piezas de Estados Unidos.

El viernes, el presidente estadounidense, Donald Trump, confirmó planes para aumentar los aranceles hasta el 15 % a las importaciones chinas por un valor estimado de 300 000 millones de dólares en dos rondas: este mismo domingo y el 15 de diciembre, además de subir los aranceles a productos chinos valorados en 250 000 millones de dólares, del 25 al 30 % a partir del 1 de octubre.

Guerra comercial de Trump, duro golpe a la economía de EEUU

En reacción a dicha medida, más de 200 empresas estadounidenses firmaron una carta, en la que piden al inquilino de la Casa Blanca levantar los nuevos impuestos contra el gigante asiático para no afectar más a la economía del país. “Esto supondrá un asesino de empleos”, alertaron.

Las dos mayores economías del mundo mantienen una guerra arancelaria y económica: desde junio de 2018, se han impuesto ingentes tarifas recíprocas, al tiempo que celebran negociaciones para lograr un acuerdo sobre sus intercambios comerciales.

Trump insiste en su guerra arancelaria contra China y otros países, sus aliados incluidos, aun pese a que, según advierten varios analistas, la medida del mandatario republicano jugaría en su contra y dañaría la economía estadounidense, en vez de la china.