Por Rafael Tatemoto- Brasil de Fato. – El líder indígena Raoni Metukire pronunció duros discursos contra el presidente Jair Bolsonaro (PSL). Durante la Novena Reunión y Feria del Pueblo Cerrado, que tiene lugar en Brasilia (DF), el jefe dijo que «Bolsonaro no es un líder».

La declaración se hizo tarde el jueves (12), durante la programación del evento, en una mesa – «Datos de Cerrado y Pueblos» – que discutió, entre otras cosas, los datos de deforestación de biomas y casos de violencia. contra las comunidades tradicionales.

La participación de Raoni no estaba prevista, pero el líder pidió la palabra en los momentos finales del debate, siendo traducido por un indio que lo acompañó.

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En un breve discurso, el jefe recordó que los pueblos indígenas son responsables de preservar el medio ambiente en el país.

“Nuestros antepasados ​​son los primeros habitantes de esta tierra, que no era blanca. Quiero decirles a todos, que quede claro: [en el pasado] no había blanco destruyendo el bosque de la manera que lo están haciendo «, dijo.

Luego, el jefe pidió unirse a los presentes en la reunión – quilombolas, indígenas, campesinos, poblaciones extractivas y activistas ambientales – contra la política ambiental del gobierno.

“Soy descendiente de los líderes tradicionales. Es un honor ser líder hoy. Soy un verdadero líder, Bolsonaro no es un líder. Bolsonaro está loco. Es importante pensar y unirse. Bolsonaro está alentando la destrucción que está teniendo lugar ahora. Todos en esta sala deben unirse. Juntos podemos sacar a Bolsonaro del gobierno para que deje de hablar de lo que dice ”, dijo.

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Presión

El debate estuvo marcado por datos y ejemplos del progreso de la devastación en el Cerrado, especialmente en Matopiba, un acrónimo de Maranhão, Tocantins, Piauí y Bahía. Juracir da Silva, Comunidad de Sandías, Piauí, donde se ha fomentado el avance de las plantaciones de soja en los últimos años.

Juraci José da Silva, residente de la comunidad de sandías en Piauí, fue uno de los que informó cómo el tema ambiental está relacionado con los agentes económicos en la región.

“Hemos estado sufriendo muchas amenazas. En mi infancia, no lo había hecho. Hace veinte años, comenzaron las amenazas de grandes granjas, queriendo tomar nuestra propiedad, queriendo tomar nuestras creaciones. El agronegocio nos está empujando. No tengo otro lugar para correr. O vamos a tener una pelea o nos quedaremos sin nada ”, dice.

Representante de la Coordinación Nacional de Coordinación de las comunidades negras rurales de Quilombola (Conaq), Laura Ferreira da Silva explicó cómo, incluso antes de las disputas de tierras, la mera presencia de los agronegocios perjudica a las comunidades.

“A medida que nos ocupamos de ello, los agronegocios, las grandes compañías multinacionales, hacen la tala. Tala que ha dañado a nuestra población, especialmente cuando producimos nuestros alimentos. Muchas comunidades no pueden producir debido al uso excesivo de veneno que se rocía sobre la soya y el algodón ”, dijo