Agencias
China respondió el miércoles a los comentarios de un alto funcionario estadounidense, que advirtió a Pekín y Moscú por apoyar al régimen venezolano de Nicolás Maduro, y pidió a Washington que deje de “acosar” a otros países.
Estados Unidos es uno del medio centenar de países que respalda al líder opositor Juan Guaidó en Venezuela, mientras que China y Rusia, entre otros, apoyan a Maduro.
El martes, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, urgió a China y a Rusia a evitar hacer negocios con el gobierno de Maduro, después de que el presidente Donald Trump ordenara congelar todos los activos del gobierno venezolano en Estados Unidos y prohibiera transacciones con sus autoridades.
Las declaraciones de Bolton son “una interferencia gratuita en los asuntos internos de Venezuela”, dijo la portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Hua Chunying, en un comunicado publicado en internet.
“China llama a Estados Unidos a […] dejar al pueblo venezolano decidir su propio futuro y detener inmediatamente las acciones de acoso de reprimir a cada instante a otros países “, dijo.
Venezuela ha estado sumida en un estancamiento político desde que en enero Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, se autoproclamara presidente interino, recibiendo rápidamente el apoyo de medio centenar de países.
Pekín, que ha mantenido relaciones cercanas con Nicolás Maduro durante años y es uno de los principales acreedores de Caracas, advirtió reiteradamente de la interferencia extranjera en el país latinoamericano, cuya economía está ahogada por la inflación y la escasez de bienes básicos.
El martes, delegados de alrededor 60 países discutieron las formas de poner fin a la crisis en Venezuela en una reunión convocada por el Grupo de Lima, que incluye a una docena de países latinoamericanos y a Canadá, la mayoría de los cuales apoyan a Guaidó.
Durante la reunión, Bolton subrayó a los aliados de Maduro, China y Rusia, que su “apoyo al régimen de Maduro es intolerable”.
También urgió a Rusia a no “redoblar una mala apuesta” y dijo a China que “la ruta más rápida para recibir el pago” por sus prestamos a Venezuela era apoyar “a un nuevo gobierno legítimo”.