Prensa Latina
Por tercera vez en el año, estudiantes, profesores y movimientos
sociales cruzarán hoy los brazos e irán a las calles de ciudades de
Brasil para protestar contra los recortes de fondos en educación del
Gobierno de Jair Bolsonaro.
La Unión Nacional de Estudiantes (UNE) llamó a todos los jóvenes para
que muestren su indignación ante las restricciones presupuestarias en el
sector, defender su autonomía universitaria y contra el proyecto
Future-Up, del Ministerio de Educación, que tiene como objetivo
transferir la financiación de la enseñanza pública al mercado.
‘Las alianzas con la iniciativa privada ya existen en todas las
universidades y no pueden suplantar el papel principal de estas
instituciones que es producir conocimiento para resolver los problemas
sociales de nuestro país’, dijo el presidente de la UNE, Iago Montalvão,
en alusión al futuro.
Remarcó que ‘la universidad pública no podrá sobrevivir sin inversión pública’.
Con la movilización, la UNE pretende reanudar, con el apoyo de los
movimientos sociales, las manifestaciones de mayo que se conocieron como
tsunami.
Desde inicios de año, cetros superiores de enseñanza e institutos
federales sufrieron recortes millonarios en fondos, hecho que amenaza la
operación de algunos campus universitarios que pueden suspender sus
actividades a partir de octubre.
La falta de recursos no solo afecta la educación superior, sino también la básica.
El Gobierno de Bolsonaro retiró la semana pasada otros millonarios
recursos de la educación para comprar votos de los parlamentarios, con
la finalidad de aprobar la impopular reforma de la Seguridad Social,
tema que también centra las manifestaciones.
Representantes de la UNE se reunieron el 6 de agosto con el ministro de
Educación, Abraham Weintraub, para presionar por la liberación de
recursos para universidades e institutos federales.
Según Montalvão, el titular no ha presentado ninguna solución a lo que el Ejecutivo ha estado llamando contingencia.
En lugar de profundizar el diálogo, Weintraub prefirió solicitar al
ministro de Justicia, Sergio Moro, que use la Fuerza Nacional para
frenar las protestas estudiantiles.