Cientos de inmigrantes protestaron este domingo en Santiago en rechazo a
las políticas migratorias del gobierno de Chile, las que acusan de
obstaculizar la regularización del masivo éxodo de extranjeros que ha
llegado al país en los últimos años, reseñó la agencia AFP.
Cerca de medio millar de manifestantes se concentraron en la plaza de
Armas en pleno centro de Santiago, para reclamar contra las condiciones
que deben enfrentar para regularizar su situación migratoria.
Luego marcharon pacíficamente con banderas de Venezuela, Cuba y
República Dominicana, al igual que pancartas con leyendas como
“Denunciamos políticas represivas y antimigrantes”.
“Protestamos en contra de las formas en que se están implementando las
políticas migratorias, en particular a lo que se refiere a la
regularización que se está llevando a cabo en el país”, dijo el uruguayo
Eduardo Cardoza, vocero del Movimiento Acción Migrante, uno de los
grupos que convocó la manifestación.
La masiva llegada de inmigrantes a Chile, que hasta 2018 superó los 1,2
millones de personas, llevó al gobierno de derecha de Sebastián Piñera a
implementar un proceso de regularización al cual se estimaba se debían
inscribir unos 300.000 extranjeros.
Los manifestantes se quejan porque sólo se inscribieron cerca del 50% de
lo estimado, debido a que la información sobre este proceso no fue
masiva, que algunos de los documentos que se solicitan son prácticamente
imposibles de obtener, y que el sistema informático que se usa para
este fin colapsó en reiteradas ocasiones.
“Nosotros demandamos políticas migratorias enfocadas en derechos
humanos. No somos animales, no estamos aquí para hacerle mal a nadie,
vinimos al país a ser una fuerza laboral“, dijo la colombiana Claudia
Alvarez.
En los últimos años, Los venezolanos han protagonizado el mayor éxodo de
extranjeros a Chile con cerca de 400.000 que escapan de la crisis
humanitaria que vive su país. El gobierno chileno espera que otros
300.000 intenten arribar en 2020.
Chile impuso en junio una nueva visa de turistas para el ingreso de
venezolanos, replicando una medida aplicada por Perú, donde unos 800.000
venezolanos viven actualmente.