Agencias-Matrizur.org

Buenos Aires.- Las decisiones de política económica implementadas por el gobierno argentino están provocando muertes de frío por «pobreza energética».

El fallecimiento de Miguel Angel Torrent de 64 años es el séptimo entre personas sin techo que se produjeron a comienzos de este invierno, después de los sucedidos en las ciudades de Venado Tuerto, San Nicolás, Ciudad de Buenos Aires, Mar del Plata, Jujuy y Chaco, luego del ingreso de la primera «ola polar» en territorio argentino.

Sin embargo, el efecto del frio no solamente está causando estragos para los argentinos que pernoctan en la vía pública, sino también para la población que no puede hacer frente a los gastos de energía para calefaccionarse en sus viviendas o que poseen fuentes de calor defectuosas, como consecuencia de vulnerabilidades económicas y sociales.

Sucede que el incremento de la pobreza e indigencia, y el aumento de 3800% en el precio de los servicios de gas y luz eléctrica, llevan a la población a no poder calefaccionarse o hacerlo de manera deficiente en los grandes centros urbanos con temperaturas que oscilan entre -4 y 10 grados celsius, al momento de la llegada del aire frío polar.

La Pobreza Energética, que aparece en países con amplios sectores de su población vulnerables y geográficamente afectados por masas de aire frío, se define como la situación que sufren los hogares que son incapaces de pagar los servicios mínimos de energía para satisfacer sus necesidades domésticas básicas o que se ven obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos a pagar las facturas energéticas de sus viviendas.

Habitar en una vivienda que esta aclimatada de forma deficiente y que no puede mantener una temperatura adecuada en su interior puede provocar la muerte directa o serios problemas para la salud, tanto físicos (artritis, neumonía, asma…) como mentales (depresiones), principalmente en la población de edad avanzada.

De acuerdo a estimaciones realizadas por ONGs especializadas, la pobreza energética podría ser causa de entre 2.000 y 9.000 muertes prematuras cada año durante la estación invernal, con especial incidencia entre las personas de la tercera edad.

El concepto de “pobreza energética” es utilizado desde hace varios años por los países de la Unión Europea (UE) para evaluar el impacto social de las políticas sectoriales, que en la Argentina favorecieron a las empresas concesionarias de los servicios de electricidad y gas.