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Trabajadores de la educación se movilizan este miércoles en varias ciudades de Brasil contra los recortes en el presupuesto para universidades e institutos educativos anunciados por el presidente Jair Bolsonaro. También participaron otros sindicatos, que ven la movilización como la antesala de un paro general contra la reforma previsional del presidente brasileño.

Silvia Leticia, coordinadora general del Sindicato de Trabajadores de la Educación Pública de Belém, Estado de Pará, dijo a Sputnik que unas 70 universidades federales e institutos de educación superior participan de la convocatoria, así como muchos centros de educación básica.

La docente indicó que los recortes presupuestales anunciados por el Gobierno de Bolsonaro serán del 30% para las universidades, del 34% para los institutos federales, del 12% para los hospitales universitarios y de hasta 40% para la educación básica.

También afectarán otros programas como la investigación, que sufrirá un recorte del 13%, advirtió la docente.

Silvia Leticia advirtió que los recortes pueden llegar a ser de más de 7 billones de reales y pondrían en riesgo «la viabilidad del trabajo» tanto en la educación básica como en la superior.

La docente destacó el apoyo que ha tenido la convocatoria de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Educación. En ese sentido, adelantó que había manifestaciones convocadas en capitales y municipios pequeños de todo el país y destacó la participación de trabajadores del transporte, bancarios, petroleros y de correos, entre otros.

Además de la solidaridad con los docentes, la amplia participación se explica, apuntó la dirigente, a que la movilización es vista por muchos sindicatos como «preparatoria» de la marcha convocada para el próximo 14 de junio contra la reforma previsional impulsada por Bolsonaro.

La docente explicó que, precisamente, las mujeres que trabajan en la educación son las más afectadas por la reforma previsional, ya que la nueva normativa elimina el régimen especial para las trabajadoras de la educación, que les permitía retirarse con 50 años de edad y 25 años de trabajo. El nuevo sistema extiende a 40 los años de aportes requeridos y pone en 60 la edad para tramitar la jubilación.

La reforma previsional también es rechazada porque obliga a los trabajadores a adherirse a un régimen de contribución individual, «que termina con el sistema de seguridad social y obliga a los trabajadores a pagar planes de capitalización».

Silvia Leticia, de la Sindicato de Trabajadores de la Educación Pública de Belém, durante una marcha contra los recortes presupuestales

© Foto : Silvia LeticiaSilvia Leticia, de la Sindicato de Trabajadores de la Educación Pública de Belém, durante una marcha contra los recortes presupuestales

Para Silvia Leticia, las mujeres son las más afectadas por esta reforma y son precisamente quienes están liderando las protestas contra Bolsonaro.

Las iniciativas del presidente brasileño contra la legalización del aborto, el ‘Estatuto del Nasciturus’ (que obliga a la mujer a dar a luz aunque haya sido violada) y varias declaraciones despectivas del presidente hacia las mujeres (entre ellas, la de que están «disponibles» para tener sexo con turistas) hacen que «la movilización sea principalmente femenina», dijo la docente.