A contramano de la bandera electoral que el Gobierno vende sobre la «vuelta al mundo» del país como logro de gestión, un ranking elaborado por una prestigiosa consultora internacional sobre competitividad, educación, inversión pública y corrupción, entre otros items, liquidó a Mauricio Macri: Argentina quedó entre las tres peores economías del planeta, cinco puesto abajo del año pasado y peleando cabeza a cabeza con Mongolia y Venezuela.
Se trata de lo que arrojó el Ranking Mundial de Competitividad realizado por la consultora IMD. Allí, la Argentina quedó en el tercer lugar entre los países menos competitivos del mundo y sólo le ganó a Mongolia y Venezuela, este último el país del que Macri pretende alejarse cada vez que habla.
De acuerdo al ránking de la escuela suiza de negocios IMD Business School, la administración de Macri hizo que la Argentina cayera cinco lugares en un solo año y se ubicó en el puesto 61.
En el capítulo referido a la Argentina, resumido en el comunicado de prensa, el estudio enumera como las principales debilidades de lo hecho por Macri al no crecimiento de la economía, la inflación, la evolución de las exportaciones, el balance de la cuenta corriente, la estabilidad cambiaria, el costo del capital, los subsidios, las regulaciones laborales, los incentivos a la inversión, el sistema jubilatorio, los impuestos, el crédito y las deficiencias en infraestructura de educación, energía y tecnología de las comunicaciones, entre otros factores.
Desde que comenzó a ser ponderado en el ranking, en 1994, la Argentina siempre se ubicó en los últimos lugares, hasta caer al segundo puesto de países menos competitivos entre los años 2002 y 2004, tras la crisis del gobierno de Fernando de la Rúa. Luego, consiguió escalar durante los gobiernos kirchneristas. Ahora, con Macri, cayó hasta el borde del pozo en que estuvo tras el fracaso de la Alianza.
«A los países latinoamericanos les sigue yendo mal en el ranking. Venezuela se consolidó en el último lugar de la clasificación por un año más debido a que continúa la crisis política y económica. El país mejor clasificado de esta región, Chile, sufrió la mayor caída de este año (cayó 7 puntos, a 42), mientras que Brasil y Argentina también se ubicaron entre los cinco menos competitivos», explican respecto de la situación regional.
En tanto, Singapur alcanzó la primera posición del ranking y destronó a los Estados Unidos como la «economía más competitiva del mundo». El ascenso de Singapur a la cima fue impulsado por su avanzada infraestructura tecnológica, la disponibilidad de mano de obra calificada, las leyes de inmigración favorables y las facilidades para establecer nuevas empresas.
Los rankings de competitividad mundial de IMD, establecidos en 1989, incorporan 235 indicadores de cada una de las 63 economías clasificadas. El ranking toma en cuenta una amplia gama de estadísticas «duras» como el desempleo, el PIB y el gasto gubernamental en salud y educación, así como datos «blandos» de una Encuesta de Opinión Ejecutiva, que cubren temas como la cohesión social, la globalización y la corrupción.