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Desde Washington, la agencia de noticias Reuters reportó de manera exclusiva que, según»cuatro fuentes», la compañía privada de seguridad Blackwater (ahora conocida como Academi) está impulsando un plan para desplegar un ejército de mercenarios con el fin de derrocar al gobierno venezolano presidido por Nicolás Maduro.
Siempre según la agencia, el fundador de la empresa, Erik Prince, ha estado buscando apoyo financiero y político para esa operación en los círculos pudientes venezolanos cercanos a la influencia de la Administración Trump. Dice el reporte: «En reuniones privadas en los Estados Unidos y Europa, Prince bosquejó un plan para desplegar hasta 5 mil soldados contratados en nombre del líder opositor venezolano Juan Guaidó, según dos fuentes con conocimiento directo del discurso de Prince».
Reuters afirma que las últimas reuniones se dieron en este mes de abril. También consultó a funcionarios de la Casa Blanca, supuestamente expresando que el gobierno estadounidense no apoyaría tal operación.
El equipo de Guaidó tampoco estaría enterado del plan de Prince, sin embargo las noticias de que la oposición venezolana se valdría de un ejército mercenario para sus planes insurreccionales son conocidas, sobre todo luego de que las autoridades oficiales detuvieran a Roberto Marrero, del círculo operativo de Guaidó, por sus conexiones con actividades irregulares en Venezuela.
La «opción militar» de Blackwater/Academi vendría luego de los fracasos pre y post del 23F y los planes de Marrero, el abandono de los desertores de la FANB en Colombia por parte del antichavismo y los sabotajes multidimensionales a los servicios públicos.
Continúa Reuters: «Algunos expertos de seguridad estadounidenses y venezolanos, informados sobre el plan por Reuters, lo calificaron como políticamente inverosímil y potencialmente peligroso porque podría desencadenar una guerra civil. Un exiliado venezolano cercano a la oposición estuvo de acuerdo, pero dijo que los contratistas privados podrían ser útiles, en caso de que el gobierno de Maduro se derrumbe, brindando seguridad para una nueva administración inmediatamente después».
Los precedentes avalan el potencial peligroso para la población si este plan se concretara. El 16 de septiembre de 2007, empleados de Blackwater/Academi mataron a 17 civiles iraquíes e hirieron a 20 en la plaza Nisour, en Bagdad, mientras escoltaban un convoy estadounidense. El suceso fue calificado como masacre y fue uno de los varios escándalos en que esta compañía privada de mercenarios se encuentra imbuido por violaciones a los derechos humanos en Irak y Afganistán.
Sin embargo, dice Reuters, Prince estaría pensando en un «evento dinámico» que desencadene una intervención más amplia para derrocar al chavismo del poder en Venezuela. Sus conexiones con Donald Trump son conocidas, así como su entusiasmo por sus políticas.
Se debe recordar que el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, desde las sucesivas guerras de Irak y Afganistán, suele hacer uso de contratistas privados para misiones concretas en zonas de conflicto.
En cuanto al apoyo financiero, «las dos fuentes con conocimiento directo del plan de Prince en Venezuela dijeron que está buscando 40 millones de dólares de inversionistas privados. También apunta a obtener fondos de los miles de millones de dólares en activos venezolanos que han sido confiscados por gobiernos de todo el mundo que imponen sanciones a la nación de la OPEP, un importante exportador de petróleo».