Vtactual
Tras autoproclamarse presidente interino, el pasado 23 de enero de 2019, el dirigente opositor Juan Guaidó viene experimentando el agotamiento de la fuerza que los medios de comunicación le insuflaron para sacar al presidente constitucional venezolano, Nicolás Maduro, del poder.
Ello quizá tiene que ver con el hecho de que ha pedido a sus simpatizantes «confiar» y «seguir en las calles», pero en el camino le ha ido quedando mal con algunas ofertas que alimentaron enormes expectativas.
1. La ayuda humanitaria que no llega
Desde Colombia, mostraban imágenes de la ayuda humanitaria que coordinaban la USaid y Juan Guaidó / Foto: Cortesía
El diputado de la Asamblea Nacional en desacato reiteró en numerosas ocasiones que la ayuda humanitaria que coordina entraría al país el 23 de febrero (un mes después de su juramentación) y que, luego de ese día, grandes cambios vendrían, pero la promesa no se pudo consolidar. Por el contrario, varias voces señalan que su ‘liderazgo’ y credibilidad quedaron debilitados.
«Guaidó ha tenido la obligación o necesidad de dar fechas para alimentar la esperanza de la gente, pero esto lo afecta directamente porque después de que pasan esas fechas y no se dan los cambios que se esperan, la mayoría de la gente suele pensar que el proceso ya se está debilitando o está perdiendo fuerza», señala el investigador y vocero del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, Ronal Rodríguez.
2. Una intervención militar rechazada
Hasta el momento, la intervención militar de EE.UU. continúa en el plano de las amenazas / Foto: Cortesía
A esto se suma que el Grupo de Lima rechazó la posibilidad de intervención militar en el país suramericano, que el mismo Guaidó sugirió cuando pidió a la comunidad internacional «tener abiertas todas las opciones» para liberar al país.
Además, todas sus gestiones ante la OEA, ante el Comando Sur, ante la Unión Europea no terminan de dar los frutos que el dirigente de la ultraderecha busca.
Al respecto, Beatriz Fernández, fundadora de la Organización de Consultores Políticos Latinoamericanos (Ocpla), considera que la estrategia de Guaidó sigue siendo la misma en cuanto al propósito de quebrantar el Gobierno del presidente Maduro «apalancado en el soporte que podría tener con la comunidad internacional» y de mandar a los venezolanos un mensaje de movilización y esperanza, pero lo que ha pasado es que ha extendido los plazos para sus objetivos, lo que hace que la gente comience a desconfiar de su palabra.
3. «Deserciones masivas» de la FANB
Una que otra deserción ha sido utilizada por los medios de la ultraderecha suramericana para afianzar la matriz de Guaidó / Foto: La Nación (Arg)
Igualmente, Guaidó adelantó los primeros días de «gobierno» que habría «deserciones masivas» en la Fuerza Armada, reportándose hasta la fecha la renuncia de unos 700 uniformados entre militares y policías.
Este es un número que contrasta con los más de 200 mil integrantes del cuerpo castrense, más de un millón de milicianos y casi 300 mil policías.
4. Las tres fases incumplidas
El presidente de la Asamblea Nacional se planteó «recuperar la democracia» en Venezuela mediante tres pasos: 1. el cese de la supuesta usurpación (de Nicolás Maduro), 2. Transición democrática y 3. Convocatoria a elecciones presidenciales.
Pero en el logro del primer paso, donde se encuentra estancado aún, según la consultora política venezolana Cristabel Cartaya, intervienen factores que no dependen enteramente de la oposición, sino del gobierno de Estados Unidos.
/ Foto. Cortesía
Cartaya aseguró también que el parlamentario todavía tiene un «arrastre importante», una credibilidad dentro de los venezolanos y todavía la gente «tiene esperanza en el cambio», pero de no darse acciones concretas, esa esperanza se irá perdiendo.
5. Un Plan B
Beatriz Fernández cree que al no lograrse el plazo inicial fijado por Guaidó (del 23 de enero al 23 de febrero) para expulsar al gobierno del presidente Maduro, la estrategia pone énfasis en un Plan B que pretende la asfixia financiera, con el apoyo de EE.UU. y sus países aliados.
Funcionarios de EE.UU. como Bolton o Mnuchin han sido claves para el logro de sanciones y bloqueo contra Venezuela / Foto: Cortesía
Se trata de «un proceso muy costoso en términos sociales, que termina por tener efecto a un costo mucho más alto que el desenlace rápido que pudiera haber venido dado por un quiebre del estamento militar», dice la experta.
Mientras tanto, el Departamento del Tesoro estadounidense continúa la ola de sanciones contra funcionarios e instituciones políticas y financieras de Venezuela, además de Pdvsa y sus filiales, como parte del cerco económico sobre el Gobierno de Maduro.
6. Una insurrección fallida
Algunos grandes medios extranjeros han logrado entrar al país y pulsar la opinión de los venezolanos en torno a la insurrección activada por Guaidó el pasado 30 de abril de 2019, desde un distribuidor vial en el este caraqueño.
Juan Guaidó hablaba con un militar desertor cerca de una base aérea en Caracas, el pasado 30 de abril / Foto: Reuters
Algunos de ellos han respondido cosas como que «el acto fue tremenda cachetada a la oposición» o «lo de Guaidó es un desorden que no es ni será. No ha traído una posibilidad de solución, sino más problemas», como resaltó Bernardette, una policía retirada de 33 años.
Coronado, un vendedor de refrescos de 88 años beneficiario de la Misión Vivienda, arremetió contra el «alzamiento militar» y explicó: «No puedo estar de acuerdo con que pongan a la gente a matarse entre sí» o que «el presidente de Estados Unidos puso a Guaidó como un parapeto (…) Se le está acabando la fiesta a Guaidó. Lo van a terminar metiendo preso».
También decepciona que haya liberado a Leopoldo López, un hombre juzgado y sentenciado a 13 años por la muerte de 43 personas durante «La Salida» de 2014, que pretendía sacar a Nicolás Maduro del poder a tan solo unos meses de haber iniciado su período presidencial.
7. Concentraciones mermadas
Sus últimas convocatorias a concentraciones públicas en el interior del país se han visto significativamente mermadas de seguidores, quienes poco a poco se han ido cansando de las promesas de Guaidó de tomar por la fuerza el poder en Venezuela.
/ Foto: EFE
Al respecto, el columnista Teófilo Santaella, a través de portales de Internet, señala que en las últimas semanas «convocó a marchas en todo el país, incluyendo, como es lógico, Caracas, y aquello parecía un peladero de chivo»
Agrega: «Yo vivo en el estado Bolívar y aquí, con toda sinceridad, no se movió ni el viento. A través de los medios de comunicación aprecié lo mismo en el resto del país. Apenas grupo de bochincheros, y pobres caravanas de carros se percibió en algunos lugares. ¿Qué significa eso? Significa que ya casi no tiene ningún poder de convocatoria».