RT
América Latina pronto entenderá quién es su verdadero amigo, ha afirmado
el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lu Kang, refiriéndose a
las críticas de Washington sobre la política de Pekín en el
subcontinente.
Durante su gira por Chile, Paraguay y Perú, el secretario de Estado de
EE.UU., Mike Pompeo, acusó a China el viernes pasado de contribuir al
desplome económico de Venezuela financiando a su presidente Nicolás
Maduro.
Pompeo tildó a China de «hipócrita» por instar a la no intervención en
los asuntos de Venezuela, cuyo presidente está siendo presionado por
EE.UU. y sus aliados para que dimita.
«El secretario de Estado Pompeo se ha manifestado arbitrariamente
calumnioso hacia las relaciones chino-latinoamericanas, instigando
deliberadamente y siendo irresponsable y no razonable. Nos oponemos
fuertemente», ha afirmado el vocero de la Cancillería china, citado por
Reuters.
El portavoz ha subrayado que «durante un largo plazo EE.U. ha tratado a
América Latina como su patio trasero y ha presionado, amenazado e
incluso derrocado gobiernos de otros países».
La influencia de EE.UU. en América Latina se ha enfrentado a un
creciente desafío por parte de China, cuyo salto económico en las
últimas dos décadas ha impulsado la demanda de materias primas
sudamericanas.
China es el principal socio de Brasil, la economía mayor del
subcontinente y el principal exportador mundial de soja. La apertura de
este y otros países de la región hacia Pekín en busca de inversiones ha
sido fuente de preocupación para Washington.
Subrayando las ganancias que ha sacado Latinoamérica de la cooperación
con EE.UU., Pompeo advirtió el pasado viernes sobre una práctica de
prestaciones «rapaces». Y acusó a China de invertir más de 60.000
millones de dólares en Venezuela, que dijo fueron usados para reprimir a
activistas prodemocráticos y en programas sociales ineficaces. De ahí
que hablara de «intervenciones financieras que han ayudado a destruir
ese país».