Página12
“El paro va a ser de los más importantes de los últimos años, la gente está repodrida”, sentenció el líder camionero Pablo Moyano, como respuesta a los intentos del Gobierno por debilitar la medida de fuerza y la movilización de hoy a Plaza de Mayo, convocada por el Frente Sindical para el Modelo Nacional, la Corriente Federal, las distintas vertientes de la CTA y unas 80 regionales de la CGT, a los que también se suman los gremios del llamado sindicalismo combativo, que tendrán una columna “independiente” en la marcha. Desde la Casa Rosada buscan imponer –en acuerdo con las cámaras empresarias– conciliaciones obligatorias en distintos sectores, en particular del transporte, con amenazas de cuantiosas multas a los gremios que no acaten. Pero los dirigentes sindicales adelantaron anoche su rechazo a la conciliación por “improcedente”. Un amplio número de gremios del transporte que no responden a la conducción de la UTA –sindicato que no participa de la medida de fuerza pero anunció su propio paro mañana, 1º de mayo–, confirmaron su adhesión a la huelga, por lo que más de 50 líneas de colectivos del conurbano y la Capital Federal, además de ciudades del interior, no funcionarán.
Leer más
Cómo afectará el paro al transporte | Ni subtes ni aviones
Así, el paro y la movilización de hoy tendrán alto impacto en numerosas actividades, a pesar de las amenazas del Gobierno y de los acuerdos que selló de apuro con sectores empresarios, en busca de morigerar la protesta. No habrá vuelos, subtes ni recolección de basura. Los docentes de los tres niveles educativos –primaria, secundaria y universitaria– adhieren al paro, tanto en el sector público como en el privado. Los trabajadores bancarios paralizarán la actividad, aunque los bancos privados prometieron al Gobierno “garantizar” la atención. Las distintas ramas de camioneros, uno de los gremios que impulsa la huelga contra la política económica del Gobierno, no levantarán la basura ni prestarán transporte de carga de combustibles, caudales, correo, agua y gaseosas, entre otros rubros.
La administración pública estará restringida por el respaldo al paro de ATE, aunque los afiliados de UPCN no adhieren a la medida de fuerza. En los hospitales habrá guardias mínimas como un día domingo, por la medida de fuerza de personal auxiliar y médico.
Los gremios del transporte aglutinados en la CATT tampoco se suman, pero convocaron a su propio paro este 1º de mayo con su rechazo al Impuesto a las Ganancias como reclamo principal. Sin embargo, la seccional de la Unión Ferroviaria del ramal Sarmiento se plegó al paro de hoy, igual que el gremio del subte, en manos de los Metrodelegados.
Menor promete ser el impacto en el sector industrial, donde la mayoría de los gremios están alineados con la conducción cegetista, que no adhiere al paro. No obstante, el poderoso sindicato mecánico Smata paralizará hoy la industria automotriz. “Si no cambiamos el modelo, no tenemos futuro en Argentina. El paro va a ser contundente, ojalá el Gobierno escuche”, reclamó su secretario general, Roberto Pignanelli.
Presiones
El Gobierno aceleró negociaciones salariales pendientes para dictar conciliaciones obligatorias en áreas como transporte, estatales y comunicaciones, en busca de morigerar el impacto del paro. Todas medidas dispuestas por el secretario de Trabajo, Lucas Fernández Aparicio, y promovidas por el reclamo empresario. Entre los gremios aeronáuticos, la conciliación alcanzó a UPSA y APA de la empresa Intercargos, al gremio de Protección y Seguridad a la Aeronavegación, y APLA de Aerolíneas Argentinas, para intentar presionar al resto de los sindicatos del sector. “Los aviones no van a salir haga lo que haga el Gobierno”, sostuvo el secretario general de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas, Pablo Biró. “Impedir el derecho de huelga es un delito” y “no es aplicable una conciliación obligatoria para un paro nacional”, donde “la contraparte es Gobierno con sus políticas económicas”, sostuvo. E insistió en que “la totalidad de los sindicatos aeronáuticos adhiere al paro” y los vuelos ya fueron cancelados.
Las otras “conciliaciones obligatorias” dictadas por la Secretaría de Trabajo fueron hacia los trabajadores de la Federación Marítima Portuaria, así como al gremio de ceramistas, la Asociación Argentina de Actores y el Sindicato de la Industria Cinematográfica. La mayoría de los cuales rechazaron por “improcedente” la decisión oficial, anoche, cuando comenzaban a recibir las notificaciones.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sumó otra arista a los ataques del oficialismo al paro. La ministra tildó de “mafias” a sectores sindicales y avisó que no permitirá piquetes ni cortes de calles en las protestas de hoy (ver aparte). El camionero Hugo Moyano fue el encargado de salirle al cruce: sostuvo que los “argumentos” de Bullrich “no tienen sentido”, pero advirtió que lo dice “para justificar alguna actitud que tome ella o alguna orden que dé de alguna represión”. “Desconfiamos que ellos mismo pongan algún servicio para provocar algo, para justificar algún tipo de represión”, remarcó Moyano.
El recorrido
La movilización central que acompañará al paro será hacia Plaza de Mayo, aunque también habrá marchas en distintas ciudades del país. La mayoría de los gremios que adhieren a la convocatoria citaron a sus afiliados a concentrase en distintos puntos de la Capital a partir del mediodía, para comenzar a marchar a partir de las 13. Apenas unas horas antes, las distintas corrientes sindicales que organizan la protesta definirán cuántos y quienes serán los oradores ante la multitudinaria manifestación que esperan. Por su lado, los gremios del sindicalismo combativo, alineados con partidos de izquierda, se sumaron “críticamente” a la medida de fuerza y tendrán una columna independiente, que se concentrará en el cruce de la Avenidas 9 de Julio y la Avenida de Mayo.