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El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, anunció este lunes su
renuncia que será efectiva a partir del 1 de febrero, a más de tres años
antes del fin de su segundo mandato.
“Ha sido un gran honor desempeñarme como presidente de esta
extraordinaria institución, llena de individuos apasionados dedicados a
la misión de terminar con la pobreza extrema en el lapso de nuestras
vidas”, indicó Kim a través de un comunicado.
Kim, un médico y antropólogo estadounidense nacido en 1959, dirigía el organismo desde 2012, tras reemplazar a Robert Zoellick.
“El trabajo del Grupo Banco Mundial es ahora más importante que nunca en
el mundo, en un momento en que las aspiraciones de los pobres aumentan
en todo el mundo y problemas como el cambio climático, las pandemias, la
hambruna y los refugiados siguen creciendo tanto en escala como en
complejidad”, afirmó Kim.
Al inicio de su mandato en 2012 Kim estableció dos objetivos
principales: terminar con la pobreza extrema en 2030 e impulsar una
prosperidad compartida, centrándose en la población de los países en
desarrollo.
En virtud de una regla no escrita, la presidencia del Banco Mundial
recae habitualmente en un estadounidense, mientras que la dirección del
Fondo Monetario Internacional es para los europeos.