Agencias
Decenas de miles de franceses se unieron hoy a las protestas del
movimiento de los chalecos amarillos en todo el país, jornada en la cual
se constató un incremento de la movilización, según cifras oficiales.
De acuerdo con la policía, unos 84 mil ciudadanos se manifestaron en
toda Francia, cantidad muy superior a los 50 mil de la semana pasada.
En el noveno sábado consecutivo de demostraciones, se registraron
acciones en ciudades y pueblos de todo el territorio nacional, dirigidas
a mostrar que los chalecos amarillos se mantienen firmes en sus
reclamos.
Aunque el origen de la protesta fue el aumento de precios del
combustible decretado por el Ejecutivo, luego las reivindicaciones se
ampliaron al aumento de impuestos en general y la pérdida del poder
adquisitivo como resultado de la política gubernamental.
Los chalecos amarillos ahora reclaman también reformar la Constitución
en aras de una democracia plena y que los ciudadanos tengan la
posibilidad de pedir e impulsar la realización de referendos nacionales
sobre temas relevantes.
En la jornada se registraron nuevamente enfrentamientos entre algunos
grupos de manifestantes y las fuerzas de seguridad, pero la mayor parte
de las acciones transcurrieron de forma tranquila.
Sobre ese tipo de hechos, los líderes de los chalecos amarillos insisten
en que se trata de grupos aislados que no representan a la mayoría, la
cual está centrada en defender pacíficamente sus reclamos.
La movilización tuvo lugar previo al lanzamiento de un debate nacional
con el cual el presidente francés, Emmanuel Macron, pretende buscar un
consenso que permita aplacar la crisis.
Sin embargo, muchos cuestionan que si bien el presidente llamó a un
debate abierto, al mismo tiempo trazó la línea roja de que no habrá
modificaciones a las reformas ya decididas durante su mandato.
Ese factor constituye una limitación importante, a juicio de analistas,
pues la principal causa de las protestas son las medidas impulsadas por
Macron.