Agencias

«Estamos en un manicomio. Ni siquiera sé por qué estamos aquí. Este es el peor trabajo que he tenido», se lamentó el entonces jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, durante una reunión con un pequeño grupo. «Él (el Presidente Donald Trump) es un idiota. No tiene sentido tratar de convencerlo de algo. Él no se comporta bien», advirtió.

Este particular diálogo forma parte del libro que el destacado periodista Bob Woodward -ganador de un Pulitzer tras haber destapado el caso Watergate, que le costó la Presidencia a Richard Nixon en 1974- escribió sobre el mandatario estadounidense y que lleva por título Fear: Trump in the White House. Un adelanto de la publicación, que se puso a la venta el 11 de septiembre informó el Washington Post.

Woodward recurrió a las mismas tácticas y tipos de fuentes usadas durante la investigación del caso Watergate y en la construcción de las biografías de los últimos Presidentes de EE.UU. Es decir, golpeando la puerta de las fuentes sin previo aviso. Según personas que tienen conocimiento del libro, citadas por CNN, la publicación está basada en cientos de entrevistas grabadas a fuentes directas que dan cuenta de las decisiones que ha tomado Trump en diversas materias. A continuación, algunos extractos del libro de Woodward.

Trama rusa

La investigación que desde mayo de 2017 lleva a cabo el fiscal especial Robert Mueller sobre la injerencia del Kremlin en las elecciones de 2016 y los supuestos vínculos de Moscú con la campaña de Trump, ha secuestrado la agenda política en Estados Unidos. En ese sentido, según el libro de Woodward, en enero de este año el entonces abogado del mandatario, John Dowd, se convenció de que Trump cometería perjurio si hablaba con Mueller, por lo que practicaron una sesión de preguntas sobre la investigación, lo que provocó «tropiezos, contradicciones y mentiras», hasta que Presidente se exasperó y dijo: «Esta (la investigación) es un maldito fraude», «realmente no quiero testificar».

Woodward describe que el enojo y la paranoia de Trump por la investigación de la «trama rusa» era constante y que, a veces, paralizaba días completos en la Casa Blanca.

Acuerdos comerciales

Woodward describe los «colapsos nerviosos» del personal de la Casa Blanca e incluso la conspiración de asesores para sacar documentos del escritorio de Trump para que no los firmara. Eso ocurrió con el exasesor económico del mandatario, Gary Cohn, quien robó una carta en la que Trump se salía formalmente del acuerdo comercial con Corea del Sur. Cohn le dijo a un cercano que había sacado la carta para proteger la seguridad nacional y que Trump ni siquiera lo notó. En otra oportunidad, el jefe de Estado ordenó a Rob Porter, exsecretario de personal de la Casa Blanca, que redactara una carta de notificación para salirse del NAFTA. Ante el temor de los asesores de que esto gatillara una crisis económica y de relaciones internacionales, Porter consultó con Cohn, quien le dijo: «Yo puedo detener esto. Solo sacaré el papel de su escritorio».

Corea del Norte

En el libro de 448 páginas, Woodward se extiende sobre cómo el equipo de seguridad nacional estaba conmocionado por la falta de curiosidad y conocimiento de Trump sobre asuntos internacionales. Así, en una reunión con el Consejo de Seguridad Nacional el 19 de enero, el mandatario restó importancia a la presencia militar de EE.UU. en la península coreana. Incluso cuestionó por qué se gastaban recursos ahí. «Hacemos esto para evitar una Tercera Guerra Mundial», le dijo el secretario de Defensa, Jim Mattis.

Al término de la reunión, el jefe del Pentágono «estaba exasperado y alarmado y le dijo a los asesores cercanos que el Presidente tenía el entendimiento de un niño de quinto o sexto grado». «Los secretarios de Defensa no siempre llegan a elegir al Presidente para quien trabajan», dijo Mattis a sus amigos.

Siria

Tras el ataque químico contra civiles en Siria en abril de 2017, Trump llamó a Mattis y le ordenó que quería asesinar a Assad. «¡Matémoslo! Vamos allá», dijo Trump según Bob Woodward. Si bien el jefe del Pentágono le dijo que vería el asunto, cuando colgó el teléfono señaló que no iban a hacer eso y en vez de aquello, estudiarían otras opciones.