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El 2018 culmina con EEUU encabezando la lista de países productores de petróleo, indica Reuters citando los datos de la agencia estudios de mercado Refinitiv. Esta tendencia se debe principalmente al alza en la producción de esquisto, que alcanzó en este año niveles récord. No obstante, el análisis también sugiere que EEUU mantendrá una presencia muy pequeña o nula, en el mercado energético chino.

El déficit comercial de Washington con Pekín también alcanzó un récord de 43.000 millones de dólares al cierre del mes de octubre. Esa cifra equivale al PIB anual de países como Lituania o Eslovenia, solo en un mes. Combatir este desequilibrio ha sido una de las principales tareas que se ha propuesto el presidente estadounidense Donald Trump y la iniciada guerra comercial con China debía revertir esa tendencia.

Pero ahora, es poco probable que EEUU pueda utilizar las compras de crudo para ayudar a cerrar esa brecha, recalca el análisis. China detuvo por completo las importaciones de petróleo estadounidense en los meses de octubre y noviembre. Reanudó algunas importaciones en diciembre, pero solo por 1 millón de barriles, una porción diminuta de los más de 300 millones de barriles de las importaciones totales.

«Las compañías chinas tienen pocos incentivos para comprar crudo estadounidense debido a la gran disponibilidad de suministros de crudo de Irán y Rusia en la actualidad», cita la agencia a Seng Yick Tee, analista de la consultora SIA Energy con sede en Pekín.

A pesar del impasse en las compras de crudo estadounidense, las importaciones totales de crudo de China podrían superar un récord de 45 millones de toneladas (10,6 millones de barriles por día) en diciembre, afirma Mark Tay, analista de petróleo de Refinitiv. Se espera que Rusia continúe siendo el mayor proveedor de China con 7 millones de toneladas en diciembre, seguido de Arabia Saudí con 5.7-6.7 millones de toneladas, calcula el experto.

Además, las importaciones chinas de petróleo iraní podrían recuperarse en diciembre luego de que dos refinerías de propiedad estatal comenzaron a utilizar la exención de las sanciones estadounidenses a Teherán.