Agencias
En una embajada de un país europeo comenzaron los contactos de un grupo de oficiales del Ejército venezolano con el Gobierno de Estados Unidos para planificar un golpe de Estado contra Nicolás Maduro, aseguró este sábado 8 de septiembre el diario The New York Times.
El periódico estadounidense asegura que conversó con uno de los militares que lideró las conversaciones, así como con funcionarios de la administración Trump, quienes le confirmaron los contactos de los oficiales venezolanos para derrocar al gobernante chavista.
Las conversaciones iniciaron después de que en agosto de 2017, el mismo Trump afirmó que no descartaban una intervención militar en Venezuela. Se dieron desde el último trimestre y hasta principios de 2018, pero no hubo apoyo estadounidense a la iniciativa de los golpistas venezolanos.
Una de las trabas se dio, porque según The New York Times, uno de los oficiales que estuvo al frente de esta iniciativa había sido sancionado por el propio Gobierno de Estados Unidos, en una larga lista que se inició desde la gestión de Barack Obama y en la que hay acusaciones de delitos de corrupción, narcotráfico y violaciones a los derechos humanos.
Pese a esto, los funcionarios de Trump escucharon los planes de los oficiales venezolanos. Los militares pedían apoyo logístico como el suministro de radios para comunicarse sin ser descubiertos en Venezuela, pero no hubo ese respaldo que esperaban.
Los encuentros, no se precisa el número, se dieron todos en el extranjero y el Gobierno estadounidense designó a un diplomático para liderar de su lado las conversaciones con los militares que planeaban el golpe de Estado, quienes aseguraron había en el Ejército hasta tres grupos intentando derrocar a Maduro.
Después de los primeros contactos, del lado estadounidense observaron que los oficiales no tenían un plan organizado, pero mantuvieron los encuentros a pesar de que en principio mostraron su reticencia porque uno de los militares había sido sancionado por Estados Unidos.
Las fechas para dar el Golpe fueron varias. Una de ellas fue durante las protestas antigubernamentales que de marzo a agosto de 2017 hubo en el país, pero los conspiradores decidieron no hacerlo en ese entonces, porque evitaban “derramar un baño de sangre”, según cuenta The New York Times.
Planes frustrados
Otra de las fechas fue marzo de 2018. La idea era sacar a Maduro del poder para instalar un gobierno de transición mientras se convocaban a elecciones generales, pero al fijarse la fecha para los comicios presidenciales, se pospuso después de que se filtrara ese plan.
La aprehensión de varios grupos de militares a lo largo también atentó contra una nueva fecha: El 20 de mayo, el día de las elecciones en las que el Consejo Nacional Electoral proclamó la victoria de Nicolás Maduro para un segundo período.
El mismo mandatario dijo días más tarde después de su triunfo que habían sido detenidos varios oficiales, a quienes acusó de conspirar contra su Gobierno con apoyo de Colombia y su expresidente Juan Manuel Santos y de Estados Unidos, con Donald Trump a la cabeza.
Sin embargo The New York Times afirma que ni Maduro ni su Gobierno tenían conocimiento de las conversaciones de esos oficiales con la administración estadounidense.
Además, la fuente venezolano dijo al rotativo estadounidense que no pidieron una invasión militar o golpe conjunto. “Nunca estuve de acuerdo ni propuse hacer una operación conjunta”, según señaló a ese periódico.