Prensa Latina
Francia registró en el verano mil 500 muertes más que el promedio habitual, relacionadas con las varias olas de calor que afectaron el territorio nacional, reveló este viernes la ministra de Salud, Agnes Buzyn.
En declaraciones a la cadena de noticias CNews, la titular explicó que ‘hubo un exceso de mortalidad evidentemente esperado en las personas muy mayores, probablemente unas mil 500 muertes más de lo que se supone normalmente en estos meses’.
El verano de 2018 está considerado el segundo más cálido de la historia de Francia y se registraron varios episodios de canícula en los cuales las temperaturas llegaron a los 40 grados en varias regiones del país.
No obstante, la cifra de sobremortalidad reportada es muy inferior a lo sucedido en 2003, cuando hubo de 15 mil a 20 mil fallecimientos más que lo habitual.
El número también es inferior a otros veranos muy calurosos como el de 2006, con dos mil muertes por encima de lo normal, y el de 2015, con tres mil.
De acuerdo con la ministra, la reducción del impacto de las altas temperaturas se logró con una vasta campaña de prevención realizada a nivel nacional.
‘Esto demuestra que la prevención y la movilización en todos los sectores ha dado sus frutos’, sostuvo Buzyn, en referencia a las acciones desplegadas por las autoridades administrativas, sanitarias, las organizaciones sociales, las instituciones, y la población.
Hacia el futuro los especialistas vaticinan un aumento en la frecuencia y la intensidad de las olas de calor, por lo cual la titular estimó necesario buscar formas de organización y preparación más eficaces con el fin de minimizar el impacto.Francia registró en el verano mil 500 muertes más que el promedio habitual, relacionadas con las varias olas de calor que afectaron el territorio nacional, reveló hoy la ministra de Salud, Agnes Buzyn.
En declaraciones a la cadena de noticias CNews, la titular explicó que ‘hubo un exceso de mortalidad evidentemente esperado en las personas muy mayores, probablemente unas mil 500 muertes más de lo que se supone normalmente en estos meses’.
El verano de 2018 está considerado el segundo más cálido de la historia de Francia y se registraron varios episodios de canícula en los cuales las temperaturas llegaron a los 40 grados en varias regiones del país.
No obstante, la cifra de sobremortalidad reportada es muy inferior a lo sucedido en 2003, cuando hubo de 15 mil a 20 mil fallecimientos más que lo habitual.
El número también es inferior a otros veranos muy calurosos como el de 2006, con dos mil muertes por encima de lo normal, y el de 2015, con tres mil.
De acuerdo con la ministra, la reducción del impacto de las altas temperaturas se logró con una vasta campaña de prevención realizada a nivel nacional.
‘Esto demuestra que la prevención y la movilización en todos los sectores ha dado sus frutos’, sostuvo Buzyn, en referencia a las acciones desplegadas por las autoridades administrativas, sanitarias, las organizaciones sociales, las instituciones, y la población.
Hacia el futuro los especialistas vaticinan un aumento en la frecuencia y la intensidad de las olas de calor, por lo cual la titular estimó necesario buscar formas de organización y preparación más eficaces con el fin de minimizar el impacto.