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La denuncia que realizó el miércoles el presidente boliviano Evo Morales, en la sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), sobre la injerencia de Estados Unidos y la invasión a algunos países del mundo, fue » clara y valiente» en un escenario que fue presidido por el mandatario norteamericano, Donald Trump, según varias fuentes.

La presidenta de la Cámara de Diputados, Gabriela Montaño, afirmó que es un «orgullo» para los bolivianos que Morales diga la «verdad, que quisieran decir muchos pueblos del mundo».

«El presidente de una manera clara, valiente en una sesión dirigida por el presidente Trump hace un recuento de los abusos cometidos por quienes tomaron decisiones de invadir países, de romper la tranquilidad y la paz en el mundo entero», dijo a los periodistas.

El jefe de Estado cuestionó que Estados Unidos ejerza la fuerza y la injerencia con el «afán del control geopolítico y apropiación de los recursos naturales» y afirmó que Bolivia rechaza «categóricamente» las acciones unilaterales impulsadas por el mandatario estadounidense.

Morales refirió que esa situación se en vivió Irán, Libia, Siria y Oriente Medio, porque fueron afectados por invasiones, guerras y situaciones de agresión injustificada «que siguen produciendo dolor y luto en sus pueblos».

«A Estados Unidos no le interesa la democracia. Si así fuera no había financiado golpes de Estado y financiaría a dictadores como lo hace contra Venezuela; no le interesa los derechos humanos, ni la justicia», refrendó en su intervención.

Por su parte, la ministra de Comunicación, Gisela López, resaltó, en un mensaje en Twitter, que «a menos de dos metros de distancia de Trump, Evo Morales, a nombre de Bolivia, rechaza categóricamente las acciones impuestas por EEUU contra Irán y condena acciones unilaterales impuestas por el gobierno estadounidense contra el pueblo iraní».

López afirmó en otro tuit que Morales fue «consecuente con su sinceridad».