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La joven se vio obligada a huir a Irak, porque a pesar de que denunció al exterrorista ante las autoridades alemanas, estas le respondieron que no tenían motivos para arrestarlo.

La joven yazidí Ashwaq Ta’lo, refugiada en Alemania tras haber sido esclavizada por un miembro del Estado Islámico en 2014 siendo adolescente, tuvo que abandonar el país europeo, donde había encontrado asilo, porque allí se encontró nada menos que con su captor.

Según la joven, un miembro sirio del Estado Islámico, llamado Abu Humam, la compró en agostó de 2014 por 100 dólares y luego abusó de ella «durante más de diez meses todos los días». La joven logró escapar del horror y encontró asilo en Alemania.

Tres años después, mientras caminaba hacia su domicilio en la ciudad alemana de Stuttgart, vio a su captor en la calle. «Me congelé cuando le miré la cara con cuidado», contó Ashwaq a la agencia kurda Bas News. «Era Abu Humam, con su misma espeluznante barba y fea cara», recordó la joven.

«Soy Abu Humam y tu eres Ashwaq Ta’lo. Estuviste conmigo durante un tiempo en Mosul. Y sé dónde vives, con quién vives y qué estás haciendo«, la amenazó en aquel momento.

Ashwaq le contó inmediatamente a su hermano lo ocurrido y denunció a Humam ante la Policía alemana. Las autoridades lograron identificarlo al hombre gracias a imágenes de cámaras de seguridad. Sin embargo, respondieron a la joven que no tenían motivos para el arresto del individuo, ya que Humam también era un refugiado legalmente registrado.

Como consecuencia, Ashwaq decidió abandonar Alemania, al creer que estaría más segura en el Kurdistán iraquí, donde vive su padre. «Nunca volveré», aseguró la joven.