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Con 36 años y una fuerte convicción de trabajo por los que menos tienen, la diputada y periodista Manuela D’Avila se reunió esta semana con la presidenta del PT, la senadora Gleisi Hoffmann en el marco de los encuentros con otros espacios políticos que el partido del expresidente Lula Da Silva lleva adelante, en busca de conformar un proyecto electoral que necesita la libertad del preso político y así conformar una fórmula antes de septiembre.

Hoffmann reconoció en declaraciones a la prensa la simpatía por Manuela, pero adelantó que recién en agosto tomarán una decisión, mientras se dan reuniones con otros espacios políticos.

Con experiencia desde su juventud con la militancia en el movimiento estudiantil, su participación en la tercera mayor central sindical, su cercanía con los movimientos sociales y culturales e incluso su defensa de la democratización mediática, la mujer más votada en Brasil en la elección que tuvo a Dilma Rousseff como vencedora podría convertirse en una fuerte aliada de fórmula si es que Lula consigue su libertad a tiempo.

En 2010, Manuela D’Avila obtuvo 482.590 votos para ser reelecta como diputada federal por el PCdB por Río Grande Do Sul, en la coalición que apoyaba a Dilma. Recientemente, la Revista Playboy la definió como la “Comunista más linda de Brasil” mientras le ofreció posar desnuda: fiel a sus convicciones, D´Avila rechazó la propuesta por su compromiso ante su lucha contra el patriarcado. una de sus manifestaciones más conocidas al respecto fue la decisión de amamantar a su hija en plena sesión parlamentaria para reivindicar los derechos de las mujeres.

En cuanto al escenario electoral, Lula tiene el 31% de intenciones de voto, según el estudio divulgado por el diario Folha de Sao Paulo, y a pesar de haber perdido terreno en las encuestas al ser detenido, los sondeos arrojan una diferencia de más de 10 puntos sobre todos sus adversarios en una segunda vuelta, de acuerdo a Datafolha.

En caso de que Lula sea inhabilitado -lo dispondrá en setiembre la justicia electoral- aparece como favorito el diputado Bolsonaro, defensor de la dictadura militar, en una segunda vuelta con la ambientalista Marina Silva.

D’Avila anunció su precandidatura el 5 de noviembre por el PCdoB, que desde la vuelta de la democracia a Brasil, en 1985, siempre había acompañado como aliado a los candidatos del PT.