Russia Today

El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, ha admitido que el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, acabará abandonando la Embajada de Ecuador.

«Jamás he estado de acuerdo con la actividad que realiza el señor Assange, nunca he estado de acuerdo con las intervenciones en los correos privados de la gente para poder obtener información, por más valiosa que sea para sacar a la luz ciertos actos indeseables de Gobiernos o de personas», ha dicho el mandatario. «No es la forma. Existen formas correctas y legales de hacerlo», ha añadido.

Sin embargo, el Gobierno anterior consideró que la vida de Assange sí corría peligro, ha precisado Moreno, agregando que «en Ecuador no existe la pena de muerte». «Y sabemos que esta posibilidad existía», ha añadido. «Es por eso que nosotros lo único que queremos es la garantía de que su vida no va a correr peligro», ha subrayado Moreno.

«Lo estamos tratando con el asesoramiento legal del señor Assange y con el Gobierno británico», ha señalado el mandatario. «Con la única persona con la que nunca he hablado es con el señor Assange», ha agregado.

Respondiendo a la pregunta de que se trata de «una situación que no se puede prolongar eternamente y que en algún momento habrá que darle una salida», el presidente ha respondido que «sí, pero esta salida se la tiene que hacer conversando».

«Si estamos hablando de que el diálogo es el mejor mecanismo de acercamiento y de entendimiento, hemos de ser nosotros los primeros en practicarlo», ha agregado Moreno.

Moreno afirmó a finales de mayo que Assange podía seguir «gozando de su derecho al asilo», mientras cumpliera con «los requisitos». En una entrevista a Deutsche Welle, recordó que se le impedía «hablar de política e intervenir en política de países amigos». Al ser preguntado sobre si Assange incumpliera las condiciones, respondió: «En ese momento tomaremos la decisión».

A finales de marzo de este año, el Gobierno de Ecuador ya suspendió las comunicaciones de Assange en su Embajada en el Reino Unido, después de que el periodista violara el «compromiso escrito que asumió con el Gobierno a finales de 2017, por el que se obligaba a no emitir mensajes que supusieran una injerencia en relación con otros Estados».

En mayo, WikiLeaks reportó que Assange recibió nuevas instrucciones por parte de los funcionarios de la Embajada de Ecuador en Londres, que le prohíben, además de acceso al Internet, usar el teléfono y las visitas.