Agencias
El Gobierno de Nicaragua invitó este jueves al alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Unión Europea (UE) y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para acompañar el proceso del diálogo entre el Ejecutivo nacional y la Alianza Cívica por la Justicia (opositores).
A solicitud de la Conferencia Episcopal -testigo y mediadora en las conversaciones- el Gobierno aceptó enviar las invitaciones para la reanudación del diálogo, la misma que habían condicionado representantes de la derecha hasta que fueran invitados estos organismos internacionales.
De esta manera, los organismos deberán asistir y apoyar en las investigaciones de asesinatos, heridos y todo tipo de daños ocurrido en la nación centroamericana desde el pasado 18 de abril, cuando se desató una ola de violencia sociopolítica, reseña Prensa Latina.
Seguidamente, la oficina de prensa de la ONU y la UE confirmaron que recibieron las invitaciones que les otorga acceso al país. Además, de coordinar la logística para dicha visita.
A su vez, el secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrao, informó que su organismo recibió la invitación en la cual acompañará a la Comisión de Verificación y Seguridad creada durante el diálogo nacional.
Esta Comisión tiene la finalidad de cesar toda forma de violencia y amenaza en el territorio nacional y también debe diseñar un plan a la brevedad posible para la remoción de los tranques y bloqueos de vías.
Abrao -a través de twitter- indicó que el equipo técnico del mecanismo especial de seguimiento para Nicaragua llegará a Managua el próximo martes con la tarea de acompañar a la citada Comisión.
La escalada de violencia en Nicaragua inició con protestas en contra de una reforma gubernamental al sistema de pensiones, que posteriormente fue derogada. Sin embargo, estos sectores han usado como excusa la medida para desatar la violencia en contra del pueblo, con el fin último de gestar un golpe de Estado, en contra de Daniel Ortega.
Por esto, el Gobierno Nacional llamó a la instalación de mesas de diálogo para superar la violencia opositora, además de crear un espacio para escuchar las demandas de este sector.