Agencias- PL
El paro de camioneros autónomos iniciado hace hoy cuatro días causa estragos en la economía brasileña y puede obligar a dimitir al presidente de Petrobras, Pedro Parente, responsable del incremento constante de los precios del combustible.
Reducciones en el transporte público; parálisis en operaciones aéreas; cese de labores en terminales portuarias; desabastecimiento de productos alimenticios, en particular frutas, verduras y legumbres, e interrupción de labores en frigoríficos y mataderos, son algunas de las consecuencias de la medida de fuerza, según reportes de prensa.
Los accesos al puerto de Santos, el mayor de Latinoamérica, permanecen bloqueados y la ciudadanía respalda a los huelguistas, proveyéndolos alimentos y bebidas, dijo la televisora Globo, que aludió también a la situación de la central de Abastecimientos de Sao Paulo, donde llegan unos 10 mil camiones diarios y hoy entraron apenas 300.
En Río de Janeiro la flota de transporte público fue reducida en 50 por ciento y según estimados del sindicatos de trabajadores de los puestos de expendio de combustible, el 70 por ciento de estos se quedará esta tarde sin poder ofrecer servicios.
Una situación similar enfrenta Recife, la capital pernambucana, mientras en Belo Horizonte la Policía Militar ya redujo el patrullaje ostensivo en la ciudad y ordenó disminuir el movimiento del transporte administrativo.
La víspera, el presidente de la Asociación Brasileña de Camioneros (ABCam), José Fonseca Lopes, advirtió que sin una respuesta satisfactoria del gobierno de Michel Temer al alza constante del precio de los combustibles, Brasil va a parar.
‘Si hasta este viernes no sucede nada, ahí lamentablemente va a parar todo. No va a funcionar más nada’, previó Fonseca Lopes, poco después de una reunión con representantes gubernamentales, quienes pidieron una tregua de tres días que los transportistas se rehusaron a conceder.
Según el líder gremial, el gran problema que el país está atravesando es el del combustible, que está muy caro y aumenta cada día. De ahí que la principal reivindicación de los camioneros autónomos sea la reducción de los impuestos que pesan sobre el precio del carburante y el control en la oscilación del mismo.
Anoche la Cámara de Diputados aprobó suprimir uno de los impuestos que inciden en el valor de los carburantes, el llamado PS/Cofins, hasta el 31 de diciembre. Antes, el Gobierno había decidido suprimir la Contribución de Intervención en el Dominio Económico (Cide).
Sin embargo, la ABCam consideró ambas medidas insuficientes si no existe también un control sobre los precios de los combustibles.
El Gobierno -dijo el titular de la agrupación gremial – concuerda con la idea de que los reajustes en los precios del combustible deben ocurrir en intervalos de 60 a 90 días, pero esa es una decisión que corresponde a la dirección de Petrobras, la cual afirmó que no pretende mudar su política consistente en reajustes casi diarios.
La estatal anunció ayer que, con carácter excepcional, reducirá en un 10 por ciento el valor del diesel por un período de 15 días, para ‘permitir que el gobierno y representantes de los camioneros tengan tempo para negociar un acuerdo definitivo’, pero insistió en que no modificará su política de precios.
‘Con la quiebra de la política de precios de los combustibles, (Parente) perdió la razón de ser y de estar en la presidencia de la estatal’, opinó el diario digital Brasil 247, según el cual éste debería presentar hoy mismo su dimisión.