Prensa Latina

Obligado a ceder a todas las reivindicaciones del gremio, el gobierno de Michel Temer espera que este lunes finalice la huelga iniciada hace ocho días por camioneros autónomos, aunque ahora son los petroleros quienes irán al paro.

En una nota difundida la víspera, el Sindipetro Unificado de los Petroleros del Estado de Sao Paulo anunció que este lunes cruzarán los brazos en solidaridad con el movimiento de los transportistas y en repudio a la política de reajuste diario de los precios de los combustibles impuesta por el presidente de la Petrobras, Pedro Parente.

‘Esa política (establecida en julio de 2016) favorece el mercado internacional y perjudica el pueblo brasileño’, subrayó en su comunicado la organización sindical

La medida de fuerza, que podrá durar hasta ocho horas, se llevará a cabo en la Refinería de Paulínia (Replan) y en la de Capuava (Recap). La primera, según el portal de Petrobras, es la mayor en capacidad de procesamiento de petróleo: 69 mil metros cúbicos al día, el equivalente a 434 mil barriles.

Mientras, la Recap es responsable por la comercialización de cerca de un 30 por ciento del volumen de combustibles consumido en la región del Gran Sao Paulo.

El paro de hoy será preludio de la huelga nacional de advertencia (de 72 horas) convocada para el 30 de mayo por la Federación Única de los Petroleros (FUP), que reivindica la disminución de los precios de todos los combustibles, el fin de la privatización de Petrobras y la inmediata salida de Parente.

Serán 72 horas de paralización, adelantó la FUP, que alista para junio próximo el que definió como el ‘mayor paro en la historia de Petrobras’.

La huelga no será por salarios, ni beneficios, sino por la reducción de los precios del gas de cocina, de la gasolina y del diesel; por el fin de las importaciones de derivados del petróleo y contra el desmantelamiento de la empresa, que es estratégica para la nación, señaló una nota difundida en su sitio web.

Anoche, el presidente Michel Temer anunció un paquete de medidas con las cuales pretende poner fin a la huelga que iniciaron el pasado lunes camioneros autónomos, y alertó a los brasileños que éstas implicarán sacrificios.

En una alocución en cadena nacional que fue acompañada en las calles por bocinazos y gritos de ‘Fuera Temer’ y en las casas por cacerolazos de reprobación, la primera de las decisiones anunciadas fue la de reducir en 46 centavos el valor del diesel en las bombas.

Una disminución que -explicó el gobernante- equivale a la supresión de dos de los impuestos (Cide y PIS/Cofins) que inciden sobre la formación del precio de ese combustible.

Para llegar a esos 46 centavos el gobierno está asumiendo ‘sacrificios en el presupuesto’, pero sin provocar perjuicios a la Petrobras, pues ‘no es posible crearle dificultades operacionales y de recursos’ que puedan dañar el prestigio que la empresa recuperó, dijo.

Temer comunicó además que la reducción del precio valdrá por 60 días y a partir de ahí los reajustes se harán mensualmente; que los transportistas autónomos serán exentos de pagar peajes en todas las carreteras cuando viajen sin carga, y tendrán asegurado un 30 por ciento de los fletes de la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab).

En una conferencia de prensa ofrecida luego de la intervención del inquilino del Palacio de Planalto, el titular de la Secretaría de Gobierno, Carlos Marun, dijo que el costo estimado de las medidas anunciadas es de 10 mil millones de reales (más de dos mil 700 millones de dólares), recursos que saldrán de las arcas del Tesoro Nacional.