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El 10 de abril se inauguró la Cumbre de los Pueblos en la capital de Perú, Lima. La misma funcionará en paralelo a la VIII Cumbre de las Américas del 13 al 14 de Abril. Durante los próximos días, los pueblos de América Latina y Caribe vivirán instancias de reuniones, foros, talleres, música y movilizaciones. Los encargados, sobre todo, de impulsar el evento son el Comando Nacional Unitario de Lucha (CNUL) y la Confederación General de Trabajadores de Perú.
Ahora bien, la inauguración oficial no fue lo único que sucedió en el día de hoy. También se realizaron talleres auto-gestionados que dieron cuenta de todas las luchas que llevan adelante los movimientos sociales y organizaciones políticas del continente, desde «el rol de la mujer joven en Latinoamérica» a «Mar para Bolivia» no faltó ningún tema. El CADTM AYNA participó, activamente, en dos espacios de intercambio y debate, «Estrategias Corporativas: Criminalización de la Protesta y Demandas Inversionistas» y «Estrategias de lucha frente al poder corporativo», en los cuales compartió el panel con compañeros/as afectados/as por proyectos de minería en el sur de Perú.
Con respecto a la inauguración misma, es interesante mencionar que fue tan concurrida que una parte de los/as participantes no pudo entrar. Ni la delegación cubana, aun llegada a tiempo, no tuvo acceso debido a las limitaciones del espacio. Podemos decir entonces, que la participación popular superó las expectativas de los/as mismos/as organizadores/as, y no cabe duda que nos esperan tantos días movidos y conmovedores.
En cuanto a la agenda, los próximos dos días serán de foro y plenaria central sobre geopolítica, poder corporativo y movimientos sociales y culminarán con una gran marcha antiimperialista. Le seguirá el viernes un Encuentro de la Articulación Social Continental en Nuestra América y una Conferencia Magistral sobre Integración Continental y Buen Vivir, dada por el ex-canciller de Bolivia y actual Secretario Ejecutivo del ALBA-TCP David Choquehuanca. La Cumbre finalizará el día sábado, luego de un Encuentro juvenil de los pueblos, con un gran acto de solidaridad continental y un festival político cultural por la unidad de los pueblos de Nuestra América.
Según indican los organizadores, el objetivo de la Cumbre es estimular «la rearticulación de la lucha popular continental, la solidaridad militante y la confluencia de las fuerzas de izquierda y progresistas de la región, a fin de detener la contraofensiva neoconservadora, derrotarla y abrir de nuevo una perspectiva de transformación en beneficio de las mayorías excluidas.»
Si la Cumbre aportará a este fin el futuro lo demostrará pero, ya en el día de hoy podemos constatar que – debido al rechazo del pueblo peruano de su persona – el Presidente estadounidense Donald Trump ha cancelado su participación en la Cumbre de las Américas. Tampoco participarán los presidentes de los países del ALBA-TCP debido a la «ilegal y arbitraria exclusión de Venezuela del encuentro», según indicaron en un comunicado. Entonces, mientras la Cumbre de los Pueblos está encaminada a ser un gran momento de demostración de fuerza del campo popular, los Jefes de Estado parecen estar profundamente divididos.