HispanTV
El Gobierno de Bolivia advierte a los Estados de América del Sur sobre las secuelas de una posible intervención militar de Estados Unidos en Venezuela y asegura que el destino de los Gobiernos progresistas de la zona depende de la situación del país bolivariano.
El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, denunció el miércoles una vez más las amenazas y acciones injerencistas de Washington contra Caracas y aseguró que esta actitud destabilizadora de la Casa Blanca supone un peligro para la paz de toda la región de América Latina.
“Los latinoamericanos sabemos que nos jugamos nuestro destino allá. Que agredir a Venezuela es una agresión al resto de América Latina, que si Venezuela es afectada el resto del continente va a ser afectado”, reiteró el mandatario boliviano.
En este sentido, llamó a los países de la zona a unirse para repeler la amenaza estadounidense, ya que, alertó que si EE.UU. interviene militarmente en Venezuela, los aliados del imperialismo pueden poner en práctica sus planes en otras naciones de la región.
“Mi pensamiento de justicia para los siguientes 50 años se está jugando allí en Venezuela, entonces tenemos que asumir esa unidad para defenderla, porque nos estamos defendiendo nosotros mismos como países”, subrayó Linera.
De este modo, urgió a los gobernantes de la zona a seguir el camino del presidente fallecido venezolano, el comandante Hugo Chávez, quien enseño al continente latinoamericano y caribeño a vivir “sin Estados Unidos”.
Los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) defendieron el lunes la soberanía nacional de Venezuela en un documento titulado la Declaración de Caracas, emitido al final de la XV cumbre ordinaria del bloque integracionista.
En la nota, el grupo exhorta a la comunidad internacional a abstenerse de cualquier tipo de actos que arriesgue la independencia política y la integridad territorial de Venezuela.
Esta reacción tuvo lugar luego de que la Casa Blanca ratificara el viernes la vigencia del decreto de “emergencia nacional” que declara al país caribeño “amenaza inusual” a la seguridad nacional y a los intereses estadounidenses.8