Aporrea-Agencias
En tribunal de apelaciones de Brasil ratificó este miércoles la condena por corrupción y lavado de dinero al expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
Dos de los tres jueces en la corte de apelaciones dijeron que el exmandatario había incumplido la ley al aceptar un apartamento como regalo de la constructora Odebrecht, envuelta en un esquema de corrupción que salpicó a políticos y empresarios de ese país.
El exmandatario había sido sentenciado a nueve años y medio de prisión por cargos de corrupción en julio de 2017. Este miércoles, los dos jueces que se han pronunciado recomendaron aumentar la pena a 12 años. Falta la declaración de un tercer juez.
Tanto los magistrados como la fiscalía insistieron en negar que el proceso tenga un carácter político, como vienen denunciando Lula y sus seguidores. «No juzgamos al hombre o al personaje, reconocido estadista, si no a quien cometió delito», señaló Gebran Neto, quien, no obstante, insistió en que los crímenes son más graves por el hecho de que fuesen cometidos por una persona que fue presidente de la República, ya que eso supone una «desestabilización del orden democrático».
La nueva decisión judicial puede resultar determinante para las aspiraciones políticas de Lula.
Los detalles y plazos legales serán decisivos para que pueda concurrir o no a los elecciones generales de octubre en las que pretende recuperar la presidencia.
El histórico líder del Partido de los Trabajadores fue elegido candidato de su partido a los comicios y, aunque faltan todavía meses, las encuestas lo muestran como el gran favorito.
El escándalo por el que Lula fue condenado está relacionado con el conocido como caso «Lava Jato», la trama corrupta vinculada a la petrolera estatal Petrobras, que ha convulsionado la política del país sudamericano en los últimos años.