Agencias
«El motivo por el cual escribí este libro no podría ser más obvio. Con la asunción presidencial de Donald Trump, el 20 de enero de 2017, Estados Unidos entró al ojo de la tormenta política más extraordinaria desde los tiempos de Watergate».
Así empieza el libro «Fuego y Furia», de Michael Wolff, quien tuvo libre acceso a la mítica «ala oeste» de la Casa Blanca, de acceso restringido, al principio de la presidencia Trump.
En «Fuego y Furia», Trump aparece como un personaje poco respetuoso de la Justicia a quien la victoria en las elecciones lo sorprendió y que no disfrutó de su propia toma de posesión, cuando, enojado por el rechazo de las grandes personalidades, se peleó con su esposa Melania.
A disgusto en la Casa Blanca, cuyas normas de seguridad le costó seguir, Trump, de cuyo color de pelo se burla su hija Ivanka, no pudo establecer por largas semanas cuáles eran las prioridades de su presidencia, dice Wolff.
Además, en «Fuego y Furia» aparece un Trump que desconoce incluso que John Boehner era el principal senador de su propio partido, ignora la Constitución y le aburre aprenderla, y de cuya aptitud mental para el cargo dudan los integrantes de su propio entorno en múltiples declaraciones.
Por ejemplo, Sam Nunberg, el asistente de campaña que tenía que explicarle la Constitución, aparece diciendo que «llegué hasta la Cuarta Enmienda antes de que su dedo caiga sobre su labio y sus ojos se dieran vuelta».
Según Wolff, además, Trump vive ávido de las mujeres del prójimo, maltrata a la propia, y devora hamburguesas de McDonald’s para que no lo envenenen.
Wolff escribe que Trump «estaba peleando visiblemente con su esposa» Melania el día de la toma de posesión, y que «parecía estar al borde de las lágrimas». Escribe que «casi todas las palabras que le dirigió fueron agudas y perentorias».
«A Trump le gustaba decir que una de las cosas que hacía que valga la pena vivir era meter a la cama a las esposas de sus amigos», puede leerse en «Fuego y Furia».
Wolff cuenta que Trump, al perseguir a la esposa de un amigo, «intentaba persuadirla … de que su marido tal vez no era … lo que ella creía», para lo cual lo llevaba (al amigo) a su oficina y le hacía hacer bromas sexuales mientras la mujer lo escuchaba por el altavoz.
La relación de Trump con Rusia, por otro lado, es mal vista por muchos en su entorno, cuenta el libro y no sólo por Steve Bannon (quien desató la rabieta presidencial por haber afirmado ante Wolff que consideraba a su hijo un «traidor»).
También criticaron esa relación ante Wolff el ahora ex vocero del equipo legal privado de Trump, Mark Corallo, y el ahora despegado ex asesor de seguridad Michael Flynn.
Tanta expectativa despertó el libro que no sólo las grandes cadenas, como la BBC o la CNN, relataron estos y otros pormenores de su contenido. También lo hizo Variety, la revista de los Estados Unidos especializada en la farándula.