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La decisión del Gobierno argentino de prohibir la participación de más de 60 integrantes de organizaciones de la sociedad civil en la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) responde a un interés «absolutamente antidemocrático y antipopular», dijo a Sputnik Alberto Villarreal, uno de los afectados por la medida.
Según Villarreal, portavoz para asuntos de comercio para América Latina y el Caribe de la organización Amigos de la Tierra Internacional, la revocación de las acreditaciones «es totalmente absurda», ya que no está motivada «por ninguna lógica». El activista aseguró que se enteraron a través de la OMC y no por vía del Gobierno argentino.
En un comunicado, la Cancillería fundamentó el veto sobre los participantes en «manifestaciones de violencia a través de las redes sociales, expresando su vocación de generar esquemas de intimidación y caos». Villarreal rechazó categóricamente esta acusación. «Yo, en particular, estoy en esa lista y no uso redes sociales», aseveró.
«En el caso de Amigos de la Tierra Internacional y muchas otras organizaciones venimos participando en las Conferencias Ministeriales de la OMC desde hace muchos años. Desde 1999 he participado en varias, siempre con una voz crítica de la OMC como una institución que promueve la agenda neoliberal en el mundo, pero nunca incitando a la violencia ni nada que se le parezca», dijo el portavoz de la entidad.
Por eso, dijo que «no se entiende bien cuál es la motivación del Gobierno argentino al hacer esto». A criterio del entrevistado, la actitud de la administración de Mauricio Macri no solo se enmarca en la reunión de la OMC «sino en la reunión del G20 que se celebra el año que viene» en Argentina.
«La única manera de entender las razones profundas es que lo que quieren promover los países ricos y desarrollados tanto en la OMC como en el G20 es tan antidemocrático y antipopular que quieren evitar el escrutinio de la sociedad civil en esas reuniones», opinó.
El portavoz de Amigos de la Tierra Internacional consideró que estas instancias defienden «el Gobierno de las trasnacionales para las trasnacionales y para el 1% [más rico] de la población mundial». Lo que «que quieren enterrar en esta Conferencia Ministerial» son las «voces críticas» que intentan «denunciar» esto.
Villarreal consideró que en cada uno de los capítulos en discusión «las preocupaciones de los países en vías de desarrollo» son dejados de lado para favorecer «lo que quiere impulsar EEUU, la Unión Europea, Japón, Australia y Canadá». Asuntos como las inversiones, las compras públicas, la propiedad intelectual y el comercio electrónico opacan el reclamo de las naciones más desfavorecidas de un «trato especial diferenciado para corregir los acuerdos originales de la OMC».
Entidades internacionales como la OMC o la ONU incluyen la sustentabilidad en su discurso, pero en sus objetivos «las empresas trasnacionales que controlan las cadenas globales de valor son un actor fundamental».
📻 @gpsinter Opinión: «La OMC busca imponer estándares para frenar el desarrollo de los países periféricos» https://t.co/xgaYnUDN0V pic.twitter.com/8xdL2a0Da3
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 2 de diciembre de 2017
»Para muchos de nosotros es al revés: son las responsables de las crisis que estamos viviendo todavía y de las que no terminamos de salir, como la crisis financiera, la alimentaria o la del cambio climático», aseveró el activista, que reforzó la necesidad de «limitar el poder de las trasnacionales».
De acuerdo con Villarreal, en la región, la coyuntura política —con la destitución en Brasil de la presidenta electa popularmente Dilma Rousseff; o un Gobierno «de empresarios» como el de Macri— marca «un quiebre» y un acercamiento a medidas neoliberales.