Agencias
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva denunció el miércoles un «pacto diabólico» para impedir que vuelva al poder, tras el anuncio de que la apelación contra una sentencia que puede llevarlo a la cárcel o bloquear su candidatura será examinada el 24 de enero.
«El gran crimen cometido en este país fue el pacto diabólico entre el Poder Judicial, el Ministerio Público Federal, la Policía Federal y la prensa», proclamó el el exmandatario (2003-2010) en una arenga ante el sindicato de bancarios en Brasilia.
«Siempre creí que la Policía Federal desistiría [del caso¿ por no tener pruebas, después imaginaba que el Ministerio Público no proseguiría por la falta de pruebas y después esperaba que el juez admitiera que no había pruebas», explicó.
«Eso me hizo comprender que había una acción política mucho más fuerte que una jurídica. Lo que menos importaba eran las pruebas», agregó Lula, de 72 años, flanqueado por dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda).
La corte de apelaciones de Porto Alegre (sur) anunció el martes que la condena del exmandatario a nueve años y medio de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero examinada en segunda instancia el 24 de enero de 2018.
La condena fue pronunciada en julio por el juez anticorrupción Sérgio Moro, de Curitiba (sur), que declaró a Lula beneficiario de un apartamento tríplex en el balneario de Guarujá (Sao Paulo), ofrecido por la constructora OAS a cambio de su influencia para obtener contratos en Petrobras.
El líder de la izquierda, favorito en los sondeos de cara a los comicios de octubre de 2018, se considera inocente de todos los cargos, así como los que se le imputan en otros seis procesos, que atribuye a una ofensiva para «evitar que el PT vuelva al gobierno».
La sentencia, de ser confirmada, podría conducirlo a la cárcel y amenazar su candidatura.
Movimientos sociales llamaron a la movilización para tomar el 24 de enero las calles de Porto Alegre.
En su discurso del martes, Lula ratificó su intención de competir en las elecciones de octubre de 2018.
No se trata de una estrategia «para ocultar mi culpa», afirmó. «Lo que quiero es que reconozcan mi inocencia», apuntó.
«Como en mi cabeza no existe nadie insustituible, siempre creí que instituciones sólidas garantizan la continuidad del proceso democrático», dijo Lula, que aprovechó la ocasión para marcar distancias con la experiencia de izquierda en Venezuela.
«Una de las diferencias que tenía con mi compañero (Hugo) Chávez era que me parecía que él no respetaba tanto como yo las instituciones», declaró.