En las Conclusiones de 2017 tras la inspección del artículo IV, el Fondo elevó la estimación de crecimiento para este año al 2,8%, y mantuvo el pronóstico de una expansión del 2,5% para 2018. También subió su estimación para el déficit de cuenta corriente a 4,3% del Producto Interno Bruto (PBI) en 2017, desde un 3,6 por ciento previo, y a 4,4 por ciento en 2018, frente al 3,7% calculado anteriormente.
A su vez, la entidad estimó que la inflación de Argentina será de 23,6% en 2017 y que el año próximo alcanzará 16,3%. El jueves, el Gobierno anunció cambios en sus metas de inflación y dijo que aspira a que las alzas de precios minoristas sean de 15% en 2018.
El ente trasnacional respaldó un «reequilibrio fiscal más anticipado, que permitiría tasas de interés más bajas, reduciría las presiones al alza sobre el peso y limitaría las vulnerabilidades ante un endurecimiento repentino de las condiciones de financiamiento externo».
En su documento, destacó «el compromiso de las autoridades de mantener una postura estricta de política monetaria para alcanzar sus metas de inflación». Señaló que la reducción del gasto público es esencial, especialmente en las áreas donde el gasto ha aumentado muy rápidamente en los últimos años, especialmente los salarios, las pensiones y las transferencias sociales. Sin embargo, «destacaron la importancia de mitigar el impacto del reequilibrio fiscal en los segmentos más vulnerables de la población».
«Argentina está experimentando una sólida recuperación desde la recesión del año pasado», dijo el FMI en su informe. En 2017, el FMI levantó una moción de censura que regía desde hacía años sobre las estadísticas de Argentina, luego de que el Presidente reformó el INDEC.