Los partidarios de una independencia de Cataluña escuchan el discurso televisivo del presidente catalán, Carles Puigdemont, Barcelona el 10 de octubre de 2017. |
‘Decepción, rabia, indignación’, sienten los catalanes independentistas tras el discurso ofrecido el martes por el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont.
Unas 30 000 personas expectantes se concentraron en los alrededores del Parlament de Barcelona el martes para seguir el discurso que ofreció Puigdemont. Recibieron con aplausos y gritos de alegría las palabras del presidente, cuando afirmó que asume el “mandato del pueblo” para que Cataluña “se convierta en un estado independiente en forma de república”.
Pero Puigdemont declaró la independencia para luego suspenderla y dar paso al diálogo, en sus palabras, lo que generó algunos abucheos. “Propongo que el Parlament suspenda los efectos de la declaración de independencia para que en las próximas semanas emprendamos el diálogo”, dijo.
Al final del discurso de Puigdemont, cientos de ciudadanos abandonaron la zona con “decepción”, ya que esperaban que la declaración de independencia fuera efectiva desde el martes.