El Disenso

eldisenso

El pasado 6 de mayo desde El Disenso te adelantamos el plan de Trump para hacer caer la exportación argentina de biodiesel a Estados Unidos. El jueves la EPA, Agencia de Protección Ambiental, anticipó que reducirá el volumen del biocombustible mezclado con la nafta en 2018. Se cae una exportación que representa un ingreso de $21.700 millones, U$s 1240.000.000, para Argentina.

Un par de meses atrás, desde El Disenso, escribimos: “Limones cantando y festejando que en 2018 se irán a Estados Unidos es la infantil muestra de marketing del gobierno que festeja un logro menor, mientras por detrás Trump preparó terreno para hacer caer la exportación argentina de biodiesel a su país“.

En el mes de mayo la USITC, Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos, trató la demanda presentada por la Coalición de Comercio Justo de la Junta Nacional de Biodiesel de Washington DC y sus miembros individuales que solicitaba se investigue si argentina estaba subsidiando el biodiesel con valores por debajo del costo de producción, afectando la producción norteamericana que al momento empleaba a 1336 trabajadores formales.
En ese momento, la comisión determinó que existía “una indicación razonable de que una industria estadounidense está materialmente lesionada por las importaciones de biodiesel de Argentina e Indonesia que supuestamente son subvencionadas y vendidas en Estados Unidos a un valor inferior al valor razonable“.

Mientras que el Ministro Cabrera desestimaba ante la prensa la importancia de dicha declaración, Cancillería argentina declaró que la demanda presentada por los productores norteamericanos “no cuenta con evidencias y sus argumentos ya fueron rechazados por tribunales internacionales: la Organización Mundial del Comercio (OMC) falló en favor de Argentina el año pasado contra una medida anti dumping similar a la que ahora pretende imponer Estados Unidos”. La realidad fue que Argentina quedó supeditada al resultado del informe que estuvo disponible recién a fines del mes de agosto.

Luego de analizar el caso, la USITC halló “signos razonables de que una industria estadounidense estuvo materialmente perjudicada debido a la importación de biodiésel desde Argentina e Indonesia que son subsidiados y vendidos en los Estados Unidos a un valor inferior al correspondiente“. El ITC – Departamento de Comercio Exterior con Wilbur Ross a la cabeza, impuso un “arancel compensatorio” para Argentina que va del 50,29% al 64,17%, volviendo inviables los valores de la exportación del Biodiesel argentino.

Anteayer venció el plazo del ITC – Departamento de Comercio Exterior para recibir objeciones en el marco de la investigación en curso sobre los subsidios al biodiesel argentino. La respuesta definitiva que emitirá el organismo estará disponible públicamente el próximo 6 noviembre. Hasta el momento no hubo comunicación con la CARBIO – Cámara Argentina de Biocombustibles.

Esta semana, si había alguna última esperanza, el gobierno de los Estados Unidos se encargó de eliminarla: la EPA – Agencia de Protección Ambiental anunció su intención de reducir el volumen del biodiesel mezclado con nafta para 2018 al poner en consideración de los interesados su proyecto para reducir la cuota de biodiesel para el corte de la nafta. De esta manera, al ser necesaria una menor cantidad de biodiesel, Estados Unidos ya no precisa importar y se puede sostener con su producción interna, mientras que argentina pierde exportaciones por 21.700 millones de pesos y la calidad local de la nafta se verá comprometida por el exceso de producción de biodiesel.