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Durante su discurso ante la plenaria de la Organización de las Naciones Unidas, el presidente de Bolivia, país plurinacional, abordó el tema de la inmigración en el plano mundial y manifestó la condena de su país a «la construcción de muros y las leyes que pretenden criminalizar la migración».»Ningún inmigrante es ilegal», aseveró Evo Morales.
«Los muros van en contra de la historia de la humanidad», afirmó el mandatario y líder indígena suramericano, que en nombre de los pueblos de su nación propuso constituir una «ciudadanía universal».
Morales, que centró su mensaje en el tema de los recursos naturales y la ecología, llamó a tomar conciencia de que la crisis climática –desastres naturales, contaminación del aire y los océanos, extinción de especies- es producto de los actuales niveles de consumo en el mundo y de una «industrialización desmedida». Subrayó, en particular, la importancia del Acuerdo de París, y calificó de «inadmisible que EE.UU. haya decidido darle la espalda» a ese convenio.
Asimismo, el líder boliviano insistió una vez más en que «EE.UU. debe poner fin de manera unilateral e incondicional al injusto bloqueo» contra Cuba. Más aún, aseguró que Washington «no sólo debe levantar» esa acción ‘criminal’, sino que debe «brindar reparación económica por los daños provocados».
Por otra parte, recalcó en su discurso que «Bolivia condena categóricamente las sanciones unilaterales y las amenazas de invasión del Gobierno de EE.UU.» contra Venezuela. «Nuestra región no es patio trasero de nadie», protestó.
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