culturainquieta
¡No corras. Ve despacio,
que donde tienes que ir
es a ti solo!
¡Ve despacio, no corras,
que el niño de tu yo, recién nacido
eterno,
no te puede seguir!
Si vas deprisa,
el tiempo volará ante ti, como una
mariposilla esquiva.
Si vas despacio,
el tiempo irá detras de ti,
como un buey manso.
–Juan Ramón Jiménez (1881 – 1958)
China es un país con una fuerte clase media emergente que en los últimos años se ha mudado de entornos rurales a ciudades. El poder económico chino y su particular importación del capitalismo y la tecnología han creado una fragmentación psicológica en muchos de los miembros de la nueva generación.
En su pequeño documental Summoning the Recluse, Ellen Xu registra una incipiente tendencia entre millennials en China: buscar una vida de ermitaño en la montaña. China tiene una importante tradición de ermitaños, santos del bosque y los llamados inmortales taoístas, quienes hacían prácticas de alquimia interna lejos del mundanal ruido. Esto es bien complementado por la necesidad de escapar de la ansiedad de la vida moderna.
Uno de los jóvenes ermitaños que documenta la pieza dice que: «Todos en algún momento desean irse a vivir a las montañas, escapar de la frenética vida moderna y encontrar paz». Los jóvenes parecen tener una una sensación de extravío debido a recibir una «educación que no es ni occidental ni oriental»; han perdido sus tradiciones, y ya no conocen el taoísmo, el confucianismo y el budismo (las tres grandes religiones de China). Sienten una desconexión con la naturaleza, no tienen ya fe «y la vida sin fe es difícil», quieren retomar «la sabiduría y la tranquilidad de los antiguos», recobrar la herencia que les pertenece.
La vida en las eremitas en el bosque contrasta con la vida de trabajo moderna, la cual «es sumamente repetitiva, se tiene ya todo preestablecido y marcado, está llena de restricciones». Por otro lado la vida de ermitaño, meditando y leyendo, es completamente distinta y mucho más libre.
Parece que esta tendencia es una reacción natural a la particular forma un tanto salvaje con la que China ha abrazado el capitalismo y el materialismo, la cual contrasta con toda una herencia de naturalismo y espiritualidad. Esta tendencia podría extenderse a otros países donde quizás en los próximos años veremos una nueva ola de turismo en la cual se ofrezcan lugares que simulen eremitas –algo que no es fácil, ya que hoy en día son pocos los lugares realmente alejados de la vida moderna.
El breve documental Summoning the Recluse es una relajante meditación sobre lo que significa buscar el silencio de la vida fuera de las ciudades:
via aeon | texto de pijamasurf