Agencias
El presidente Lenín Moreno anunció este lunes que convocará una consulta popular en Ecuador y que el 2 de octubre presentará oficialmente su contenido.
“Conciudadanos, ¡vamos a la Consulta Popular! Quiero agradecer el apoyo de ustedes, celebro que se haya abierto un sano diálogo acerca de las preguntas”, anunció en su informe semanal de gestión.
Moreno, en el poder desde el pasado 24 de mayo y en una ácida disputa con su antecesor y exaliado Rafael Correa, instó a los ciudadanos a que manden las preguntas antes del 26 de septiembre.
“El lunes 2 de octubre presentaré oficialmente el contenido de la consulta”, aseguró, sin detallar tampoco su fecha de celebración.
El mandatario izquierdista, que lleva varias semanas evocando la posibilidad de consultar a los ecuatorianos sobre varias cuestiones, ya había defendido el lunes la constitucionalidad de esta medida para “tener más democracia”, “profundizar la participación ciudadana” y “fortalecer el equilibrio entre las funciones del Estado”.
Pero entre los círculos políticos y mediáticos del país circula la idea de que en ella se incluirá una pregunta para eliminar la reelección indefinida, aprobada por el gobierno de Correa a finales de 2015, lo cual impediría un eventual retorno del exmandatario en las próximas elecciones, previstas para 2021.
Moreno, que fue vicepresidente de Correa y a quien el exmandatario acusa de aliarse con la oposición y traicionar a la “revolución ciudadana”, nunca se ha referido directamente a la posibilidad de eliminar la reelección indefinida, como piden desde hace tiempo los adversarios tradicionales al correísmo.
Aunque hace días dijo que la consulta popular serviría para “garantizar una democracia plena, sin caudillismos”, en lo que puede interpretarse como una alusión al carismático y todopoderoso exmandatario, que gobernó el país entre 2007 y 2017.
La pelea entre Moreno y Correa, con frecuentes intercambios de reproches e insultos en las redes sociales, motivó una clara división en el movimiento oficialista Alianza País, mayoritario en la Asamblea.
Y subió de tono a principios de agosto, después de que el mandatario le retirara las funciones al vicepresidente Jorge Glas, sospechoso de varios actos de corrupción y aliado de Correa.