Donald Trump lanzó una apocalíptica advertencia a Corea del Norte, prometiendo «fuego y furia» por su programa de misiles, mientras que Pyongyang amenazó este miércoles con lanzar misiles hacia el territorio estadounidense de Guam.
Las declaraciones del presidente de Estados Unidos evidencian una escalada en la retórica de Washington frente a los programas balísticos y nucleares norcoreanos, que le costaron a Pyongyang un endurecimiento de las sanciones de la ONU el fin de semana pasado.
Estas declaraciones parecen hacer eco también a las amenazas lanzadas habitualmente por Corea del Norte, que por ejemplo amenazó el lunes con transformar Seúl en un «mar de llamas».
«Corea del Norte mejor que no haga más amenazas a Estados Unidos», declaró el presidente estadounidense desde su club de golf en Bedminster, Nueva Jersey, donde se encuentra de vacaciones.
Si las amenazas continúan, «enfrentará fuego e ira como el mundo nunca ha visto», añadió.
Estas declaraciones contrastan especialmente con las afirmaciones recientes del secretario de Estado, Rex Tillerson, según las cuales Washington no busca la caída del régimen norcoreano.
Horas más tarde, Corea del Norte dijo que consideraba la posibilidad de atacar con misiles balísticos de medio alcance las inmediaciones de las bases militares estadounidenses en la isla de Guam en el Pacífico, anunció la agencia oficial de noticias norcoreana KCNA.
El plan podría ponerse en marcha «en cualquier momento» una vez que el líder norcoreano Kim Jong-Un tome una decisión, reportó KCNA.
Esta remota isla de unos 550 km2 es un puesto clave para las fuerzas estadounidenses, estratégicamente situada entre la península coreana y el mar de China Meridional. Unos 6.000 soldados se encuentran desplegados, especialmente en la base aérea Andersen y en la base naval Guam.
– Guam está preparado –
Su gobernador, Eddie Calvo, minimizó las amenazas norcoreanas pero señaló que el territorio estaba «preparado para cualquier eventualidad».
Bombarderos estadounidenses B1-B con base en Guam sobrevolaron el martes la península coreana, lo que «prueba», según KCNA, que los «imperialistas estadounidenses son unos maníacos de la guerra nuclear».
El contexto se agravó todavía más con las informaciones del diario The Washington Post sobre los avances militares norcoreanos.
El diario informó el martes de que la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, por sus siglas en inglés) estimó que el régimen comunista norcoreano puede colocar armas nucleares en sus misiles balísticos, entre ellos los intercontinentales (ICBM), amenazando así a sus vecinos pero también al continente americano, según las conclusiones de un informe confidencial terminado en julio por la DIA, citada por el periódico.
Los especialistas discrepan desde hace tiempo sobre las verdaderas capacidades de Corea del Norte, en especial la de miniaturizar con éxito una ojiva nuclear para introducirla en un misil. La DIA emitió hace cuatro años conclusiones similares que fueron descartadas por otros servicios de inteligencia.
Sin embargo, todos están de acuerdo en que Pyongyang avanza a grandes pasos desde la llegada al poder de Kim Jong-Un en diciembre de 2011.
En julio, el régimen norcoreano lanzó con éxito dos ICBM. La primera de estas pruebas, que Kim describió como un regalo a los «bastardos estadounidenses», mostró que el cohete podía potencialmente alcanzar Alaska. El segundo misil probado sugería que incluso Nueva York podría ser vulnerable.
Trump dijo que Kim «ha estado muy amenazante, más allá de lo normal».
Las autoridades estadounidenses repitieron en varias ocasiones este año que la opción militar estaba «sobre la mesa».
– ‘Reacción desquiciada’ –
Pero tanto analistas como responsables políticos ridiculizaron las declaraciones presidenciales.
«Querer superar a Corea del Norte en cuestión de amenazas es como querer superar al papa en cuestión de oraciones», declaró en Twitter John Delury, profesor en la universidad Yonesi de Seúl.
El demócrata Eliot Engel, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de representantes, lamentó la «absurda línea roja» trazada por Trump y que Kim Jong-Un iba a atravesar inevitablemente.
«Corea del Norte es una amenaza real, pero la reacción desquiciada del presidente sugiere que podría considerar el uso de armas nucleares estadounidenses en respuesta a un comentario desagradable de un déspota norcoreano», dijo.
El Post también informó que otra evaluación de inteligencia estimó que Corea del Norte tiene ahora hasta 60 armas nucleares, más de lo que se pensaba anteriormente.
Pese a estos avances, algunos especialistas aseguran que Corea del Norte aún debe superar obstáculos técnicos.
Después del segundo ensayo de ICBM, los expertos consideraron que la ojiva no logró superar el umbral de entrada a la atmósfera desde el espacio.
Para Siegfried Hecker, exdirector del laboratorio nacional de Los Álamos (Nuevo México), citado por el Boletín de Científicos Atómicos, Pyongyang no tiene la experiencia para lanzar «una cabeza nuclear lo suficientemente pequeña, ligera y robusta para poder sobrevivir a un envío a través de un ICBM».